DIVISION

Publicado en Estepona Información 15/09/2007
Me cuesta mucho hablar de mis compañeros, todavía, de partido, mal que le pese a alguno. Siempre que me siento delante del ordenador siento la necesidad de ejercer mi libertad de opinión pero, debo reconocerlo, en la mayor parte de las ocasiones, me autocensuro y paso a comentar cualquier otro asunto de actualidad. Es por eso que, enterado como todos ustedes de la carta que un grupo de miembros de la ejecutiva local del Partido Popular habían dirigido a las direcciones provincial y regional solicitando la dimisión del presidente, opté por guardar silencio y esperar a ver lo que ocurría. Y no ocurrió nada. Como si viesen llover, los dirigentes locales dieron la callada por respuesta, hicieron mutis por el foro y se fueron de vacaciones.
Merecidas vacaciones, sin duda. Tras el ímprobo trabajo que llevó al Partido Popular el pasado mes de Mayo a lo que Groucho Marx definió como las más altas cotas de la miseria, con un partido dividido y la resaca del desastre electoral, nuestros legítimos representantes, insisto, se van de vacaciones a reflexionar y, mirando al mar, decidir como dar respuesta a la rebelión. Parece que ya han tomado la decisión, su tiempo les ha llevado, que no es otra que destituir de sus cargos a los discrepantes. Inteligente decisión la de retirar la confianza a aquellos que te habían pedido que te fueras si no fuera porque el hecho de firmar una carta con nombre, apellidos y DNI implica que eres tú, precisamente tú, el que no gozas de la suya. Entérate, son ellos quienes han perdido la confianza en ti, si es que alguna vez la tuvieron.
Estos hechos y otros que sería excesivo relatar, dan lugar a una, otra, división dentro del Partido Popular de Estepona. Les recuerdo, cuatro años atrás por estas fechas, la carta cesando a Rosa Díaz como portavoz y la posterior salida de esta y casi trescientos militantes del partido, los incumplimientos sistemáticos de la palabra dada por el actual presidente que desembocaron en la confección de la lista con el resultado conocido, en definitiva, la continua aplicación de la única operación matemática que conocen, la división. No soy sospechoso de simpatía con el partido que hoy nos gobierna pero debo reconocer que su capacidad de cerrar filas y suturar heridas que parecían causantes de hemorragia, debe ser aplicada en mi, todavía, mal que le pese a alguno, partido.
No soy nada optimista al respecto. Las cercanas elecciones de Marzo son, a mi juicio, las causantes de la aplicación de la política del avestruz y la huida hacia delante. El miedo a lo que pueda venir y, por el contrario, la esperanza de que un buen resultado conceda un balón de oxígeno para llegar a la prórroga, son las pocas esperanzas que les quedan. Es probable que no hayan valorado que cuanto mejor, peor. Un buen resultado no haría, sino, confirmar la necesidad del cambio ya que pondría de manifiesto donde está la rémora electoral. Cualquiera que conozca minimamente la organización esteponera puede intuir la soledad en que se encuentra junto a quienes, todavía, permanecen “leales”. Lealtad, por cierto, que no es sino la cualidad de aquellos que acatan las leyes o cumplen acuerdos tácitos o explícitos, algo que es bien escaso en lo que queda de partido.
Claro que siempre se puede ver la botella medio llena, todavía no han dado el paso al frente y, acercándose más a los tiempos que corren, pasar de Groucho a Bart Simpson, es decir, de la división, a la multiplicación por cero.