Publicado en Estepona Información 31.05.08
Es curiosa la habilidad del partido mayoritario de gobierno para hacerse el harakiri. Cuando mejor les soplaban los vientos favorables, con un espectacular resultado electoral, una oposición, cuanto menos, acomodada, el PP nacional absolutamente dividido y el local buscando un sitio donde cobijarse para que, pase lo que pase, no se haya oído una voz discrepante de manera que todo continúe igual, van y se pelean de forma absurda por un quítame allá ese puesto en el regional. Lo curioso de la pelea es que el que ha resultado inesperado ganador, tercera vía carente de apoyos, concita la unanimidad de ambos contrincantes, no lo pueden ni ver, pero como al ínclito no hay quién lo eche un pulso pues, como Salomón, corta el niño por la mitad y le da los representantes al enemigo declarado.
Dicho esto, hay que reconocer que la polémica ha venido que ni pintada para tapar los ecos del convenio aprobado en el último Pleno de la semana pasada. Yo no tengo nada clara la bonanza o no del mismo pero hay una serie de cosas que me gustaría comentar y que el pasado lunes se lo manifesté al Concejal en nuestra tertulia. De una parte, el voto de los distintos partidos, porque un convenio o es bueno o es malo para los intereses de la ciudad, no tiene tercera vía. Por lo tanto, si es bueno, voto a favor, si es malo, voto en contra, lo que no parece razonable es la abstención, salvo que esté claramente motivada o condicionada a algún fleco no resuelto del todo. Por otro lado, resulta curiosa la distinta vara de medir del Partido Socialista en relación al suelo no urbanizable. Si quién gobierna es de los suyos, Mijas o Estepona son buenos ejemplos, el límite que establece la autovía no es obstáculo, especialmente en Mijas, para el desarrollo de cualquier tipo de proyecto. Si, por el contrario, quién gobierna es el Partido Popular, ejemplos claros son Torremolinos o Fuengirola, Marbella no está de momento para bromas, olvídese usted de superar la línea coercitiva del POTA. O todos moros o todos cristianos, en materia urbanística claro, vaya a ser que, además de machista, xenófobo, por una mala colocación de las comas.
Por último, hay algo que resulta de difícil solución. Como ustedes conocen sobradamente, todas las construcciones que se ubican en la citada zona carecen del correspondiente saneamiento resolviendo su problema mediante fosas sépticas individuales. Un desarrollo como el previsto en el convenio citado requerirá la conexión de las distintas unidades y el hotel con el saneamiento integral, conectando a su paso los de las viviendas colindantes y dando solución de una vez por todas a un problema endémico. Claro que, a lo peor, la solución es, para estas construcciones, altamente gravosa en lo económico y para la promotora un problema de difícil solución por el trazado de la tubería. Porque, ¿Se han preguntado ustedes por donde habrán de llevarse los tubos que conecten con el saneamiento integral?, ¿Se expropiarán parte de las fincas por donde discurra la tubería? La solución parece tomar el camino de las lindes del río, pero ¿Estarán dispuestos quienes se han apropiado de parte de los terrenos pertenecientes a Confederación a devolverlos? ¿Harán el Ayuntamiento y el órgano antes citado cumplir la Ley o pasará como con las sanciones urbanísticas? Estas y otras preguntas debieran haberse planteado en el salón de Plenos. La respuesta a estas y otras dudas que se me ocurren a vuelapluma, pudiera haber justificado el sentido del voto de cualquiera de los partidos en el Pleno, hubiera sido una buena razón para condicionar un voto favorable o explicar la abstención. Sin flecos.
A estas horas, olvidado el convenio por la mayoría, la situación en el PSOE ha vuelto a la normalidad. Cosas de la política.
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