Publicado en Estepona Información
No crean que es plato de gusto en ocasiones opinar. Cuando se vive en un pueblo como el nuestro donde, por unas u otras razones, la gente está estrechamente vinculada, tratar de aplicar la sensatez hace que la mitad lo entiendan y la otra mitad reaccionen como las hidras de la mitología griega, ya saben, las famosas serpientes de siete cabezas y aliento venenoso. No obstante, vamos a intentar con la mayor serenidad analizar la situación política que se ha creado en nuestra ciudad.
A día de hoy, Jueves, 26 de junio de 2008, el Partido Socialista está desaparecido. Se manifiesta a través del presidente de la gestora creada, Juan Paniagua, que resulta muy poco convincente. Uno tiene la sensación de que se ha llegado a un pacto para que los concejales imputados en la operación Astapa no hagan demasiado ruido pero mucho me temo que la intención no será suficiente. Y no lo será por la propia normativa electoral.
No es mucho mejor la situación en el resto de los partidos de gobierno y oposición. Partido Andalucista y Partido Popular nos tienen pendientes de la situación de los ediles que han sido llamados a prestar declaración. De confirmarse las imputaciones anunciadas, aún para salvaguardar derechos, serían cuatro de los seis partidos que forman la Corporación, quienes contarían con concejales incursos en el procedimiento. No voy a ser yo quien señale el camino a andar por cada cual pero lo suyo, lo higiénico, es entregar el acta y dedicarse a dar los mejores pasos encaminados a su defensa y, ¡ojala!, por el bien de todos, volver sin mácula. O no volver, pero sin mácula. Lo otro, es el clavo ardiendo.
Lo razonable, es decir lo menos probable, es un gobierno de concertación entre los dos partidos mayoritarios de ámbito nacional PP y PSOE que dé estabilidad democrática al Ayuntamiento. Ellos y la colaboración de los minoritarios son la única solución posible para salir de la situación política y, no lo olvidemos, económica, en la que estamos sumidos. Un acuerdo a nivel regional, pactado, con luz y taquígrafos al más puro estilo de la gestora marbellí. Gestora que debemos aclarar no puede aplicarse en Estepona al ser un mecanismo excepcional para el último año de legislatura.
Les hablaba antes de la Ley electoral y tenía mis razones. La Ley Electoral sólo contempla tres supuestos de elección de Alcalde. La primera, art. 196 de la Ley, la elección directa después de unas elecciones municipales en la que es designado el cabeza de lista que obtenga la mayoría absoluta. De no ser así, es decir ninguno obtiene dicha mayoría, queda proclamado el Concejal que encabece la lista más votada. El segundo, art. 197, mediante moción de censura que, todavía, no es el caso. El siguiente, art. 197 bis, que el Alcalde presente una moción de confianza que, obviamente, tampoco lo es. Por lo tanto, es de aplicación el Artículo 198 de la Ley que dice, de forma textual “En los supuestos distintos a los previstos en los artículos 197 y 197 bis, la vacante en la Alcaldía se resuelve conforme a los previsto en el artículo 196, considerándose a estos efectos que encabeza la lista en que figuraba el Alcalde el siguiente de la misma, a no ser que renuncie a la candidatura”.
Es decir que habiendo renunciado el Alcalde al acta de Concejal, de no producirse la mayoría absoluta, quedaría inmediatamente proclamada la Concejala Asunción López como nueva Alcaldesa.
Ahora entenderán ustedes por que les decía antes que, todavía, no era el caso de la moción de censura. Ahora, probablemente, sí.
A día de hoy, Jueves, 26 de junio de 2008, el Partido Socialista está desaparecido. Se manifiesta a través del presidente de la gestora creada, Juan Paniagua, que resulta muy poco convincente. Uno tiene la sensación de que se ha llegado a un pacto para que los concejales imputados en la operación Astapa no hagan demasiado ruido pero mucho me temo que la intención no será suficiente. Y no lo será por la propia normativa electoral.
No es mucho mejor la situación en el resto de los partidos de gobierno y oposición. Partido Andalucista y Partido Popular nos tienen pendientes de la situación de los ediles que han sido llamados a prestar declaración. De confirmarse las imputaciones anunciadas, aún para salvaguardar derechos, serían cuatro de los seis partidos que forman la Corporación, quienes contarían con concejales incursos en el procedimiento. No voy a ser yo quien señale el camino a andar por cada cual pero lo suyo, lo higiénico, es entregar el acta y dedicarse a dar los mejores pasos encaminados a su defensa y, ¡ojala!, por el bien de todos, volver sin mácula. O no volver, pero sin mácula. Lo otro, es el clavo ardiendo.
Lo razonable, es decir lo menos probable, es un gobierno de concertación entre los dos partidos mayoritarios de ámbito nacional PP y PSOE que dé estabilidad democrática al Ayuntamiento. Ellos y la colaboración de los minoritarios son la única solución posible para salir de la situación política y, no lo olvidemos, económica, en la que estamos sumidos. Un acuerdo a nivel regional, pactado, con luz y taquígrafos al más puro estilo de la gestora marbellí. Gestora que debemos aclarar no puede aplicarse en Estepona al ser un mecanismo excepcional para el último año de legislatura.
Les hablaba antes de la Ley electoral y tenía mis razones. La Ley Electoral sólo contempla tres supuestos de elección de Alcalde. La primera, art. 196 de la Ley, la elección directa después de unas elecciones municipales en la que es designado el cabeza de lista que obtenga la mayoría absoluta. De no ser así, es decir ninguno obtiene dicha mayoría, queda proclamado el Concejal que encabece la lista más votada. El segundo, art. 197, mediante moción de censura que, todavía, no es el caso. El siguiente, art. 197 bis, que el Alcalde presente una moción de confianza que, obviamente, tampoco lo es. Por lo tanto, es de aplicación el Artículo 198 de la Ley que dice, de forma textual “En los supuestos distintos a los previstos en los artículos 197 y 197 bis, la vacante en la Alcaldía se resuelve conforme a los previsto en el artículo 196, considerándose a estos efectos que encabeza la lista en que figuraba el Alcalde el siguiente de la misma, a no ser que renuncie a la candidatura”.
Es decir que habiendo renunciado el Alcalde al acta de Concejal, de no producirse la mayoría absoluta, quedaría inmediatamente proclamada la Concejala Asunción López como nueva Alcaldesa.
Ahora entenderán ustedes por que les decía antes que, todavía, no era el caso de la moción de censura. Ahora, probablemente, sí.
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