Creo que he encontrado la solución a mi problema. Solo tengo que abandonar la negatividad que, según una “miembra” cercana al Equipo de Gobierno, condiciona mi opinión y visión de las cosas. Créanme, me he quedado enormemente tranquilo. Esta nueva visión de la vida a la que, ya les aviso, tardaré algún tiempo en acostumbrarme, me permitirá una nueva mirada de la realidad. Les pongo un ejemplo, probablemente el que me hizo ver la luz de forma definitiva. Usted camina por el paseo marítimo de Levante, zona del río la Cala y ve los desagües a la playa obturados hace más de un año y con plantas creciendo en los mismos. Antes, yo criticaba su abandono, ahora, según mi nueva teoría inducida, lo que ocurre es que se están habilitando nuevos espacios para experimentos de jardinería alternativa. Esto, tan sencillo de ver y aplicar a la vida cotidiana es lo que, a la vejez viruelas, nos ha tenido a la gente de determinadas opciones políticas amargados y con cara de permanente estreñimiento por nuestra negatividad.
No crean que basta con esto, no. No son tan sencillas las cosas. Una vez por semana, para calmar la ansiedad, nos recomiendan un cambio de imagen. Se echa usted encima una túnica, preferiblemente color naranja o similar, y pertrechado de unas campanitas en la mano, camina haciendo meditación y lanzando cánticos alegres que recargan de energía positiva la mente y la alejan de los malos pensamientos. El fruto, deben tener razón, llevan años recogiéndolo. Esta formación política, no me pidan nombres, apelo a su imaginación, lleva dividiendo su resultado electoral por la mitad elecciones tras elecciones, mantienen continuas peleas internas con divisiones patentes, prácticamente les votan sus cargos públicos y, aún así, son felices y trasmiten positivismo. Los malpensados dicen que viven de la administración, no la gran mayoría de sus militantes sino que, tan escaso es su número, lo hacen hasta los votantes. Y, así, año tras año los últimos treinta. ¿No es para tener cara de felicidad?. No me vayan ustedes a preguntar por gestión y eficacia, hasta aquí podíamos llegar. Lo suyo, queridos lectores, es la alegría y el positivismo, trincar otros cuatro años y preparar desde ya los siguientes.
En relación a la última semana, más de lo mismo. Hoy se celebra pleno y los días previos han sido un nuevo espectáculo de improvisación y falta de respeto a la oposición. Orden del día redactado ilegalmente, retirada de puntos del mismo, nueva entrada por trámite de urgencia. En definitiva, vuelta a errores pasados. Que desastre, ya he vuelto a mis genes. Probemos de nuevo. La última semana se ha caracterizado por una nueva forma de hacer política. Lejos de condicionar, con la mayoría palpable de que goza este Equipo de Gobierno, la acción opositora, se ha optado por parte de esta Secretaria, dar un nuevo giro a la legalidad jurídica. Los Plenos se convocarán al Ya te veré, si tiene barba San Antón y sino, la Purísima Concepción. Todo el mundo tiene derecho a equivocarse y rectificar es de sabios. Total, para lo que trabaja la oposición que más da si hacemos o no comisiones informativas. Más divertido. Así, el orden del día será una sorpresa y los Plenos no serán tan aburridos y nuestros concejales podrán acudir alegres y divertidos esta vez sí, encantados de haberse conocido.
Mientras, continúa la caza de brujas y el baile de nombres en relación a las nuevas citaciones de la Juez del caso Astapa. No digo que no sea lógico que entre los vecinos se comenten estas circunstancias pero entiendo que todo deber tener su límite. Algunos comentarios en el foro del Diario Sur denotan odios africanos y mala leche para regalar. Aprendan ustedes de mi método.
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