CONTRACORRIENTE

Es por eso que, quienes lo hemos sufrido en directo, nos preguntamos donde estaba el portavoz del Partido Popular cuando sus votantes requerían su presencia. No seré yo quién le niegue el derecho al descanso, Dios me libre, pero, si mi escasa memoria no me es infiel, los populares cuentan con otros cuatro miembros en su grupo municipal cuya presencia ha sido, asimismo, nula en todos y cada uno de los desafortunados acontecimientos que hemos padecido a lo largo y ancho de los dos últimos meses. Por no referirme a las comodidades de las nuevas tecnologías que permiten, a cualquier distancia, hacer acto de presencia en los medios de comunicación a un responsable político. Dicho con todo el respeto e inmenso cariño por afinidad ideológica, manda huevos, Ignacio, que te atrevas a contarnos tú, el gran ausente, el 9 de Septiembre, lo que hemos padecido en directo los meses de Julio y Agosto. Tu y quienes, compañeros de grupo municipal asimismo desaparecidos, te permiten quedar como Cagancho en Almagro. Yo no se si eres consciente de la realidad social que vive nuestro pueblo, de los efectos del paro para los trabajadores y de la inactividad económica para los empresarios. No se si quienes te lo han contado han sido capaces de transmitirte con exactitud la magnitud del desastre de imagen que hemos dado a nuestros visitantes. Del descojone de ver las banderas azules ondeando en playas donde flotaba la mierda, sin metáforas Ignacio, mierda sólida en nuestras playas en pleno 15 de Agosto. Por no hablar de los conciertos de verano donde, salvando al espectacular Bumbury, hemos vuelto a dar la nota. Negativa, claro. Desde las suspensiones inesperadas, al volar de sillas en la plaza de toros en el último concierto programado cuyas intérpretes, por cierto, para cerrar una caseta de feria tienen un pase, pero dejan mucho que desear para un acontecimiento como el cierre del verano.

No quiero aburrirte, Ignacio, pero has tardado la friolera de quince días en enterarte del presunto cobro ilegal de la basura en los años 2008 y 2009, el pseudo-expediente abierto al funcionario, una vez más imprescindible, que lo denunció y lo que es peor, tú o cualquiera de tus compañeros, en manifestar algo al respecto. Por no referirme al silencio e inactividad en relación a los asuntos sobre los que ya se ha debatido en el salón de Plenos y cuyo cumplimiento, al menos que yo conozca, no han sido reclamados por las distintas vías legales. Ha sido, Ignacio, créeme, un verano muy largo y prolijo en acontecimientos en el que muchos ciudadanos se han preguntado donde estaba la oposición. Una oposición que, sin ser su cometido en absoluto y a falta de quién corresponde, ha tenido que encabezar un grupo de comunicación. Y lo ha hecho para que los ciudadanos tengan otra visión distinta de la del mensaje único y sectario. De la del estómago agradecido y subvencionado. De la de aquellos a quienes se les llena la boca hablando de honestidad y se les escapa la miseria moral por cada poro.