Traspaso de poderes











El primer minuto en Radio Estepona 22.11.2011



Tal como les señalaba ayer, los ciudadanos proponen y la política económica dispone. A pesar de los resultados electorales favorables, el Partido Popular y su líder Mariano Rajoy han visto como no se les ha dado el mínimo margen de celebración y han debido asistir a una intervención del Banco de Valencia por parte del Banco de España, a una nueva caída del IBEX superior al 3 % y al nuevo repunte de la prima de riesgo al día siguiente de su nirvana electoral. Demasiado para una resaca bien digerida. Rajoy ha decidido, al menos en ese camino se mueven los rumores, que Soraya Sáenz de Santamaría y Cristobal Montoro, su mano derecha y su gurú económico, encabecen el equipo negociador con los ministerios cesantes. Rajoy tiene la prisa de quién es conocedor de las premuras que la situación exige y no quiere perder un sólo minuto en el traspaso de poderes. Así se lo ha manifestado a Zapatero y así parece haberlo entendido éste quién parece dispuesto a facilitar en lo posible la sucesión. Quiero pensar en la buena voluntad y el patriotismo de Zapatero y no en todo esto añadido a una maniobra de recuperación provisional de la vara de mando que le lleve a protagonizar, por si mismo o en la persona de otro, el debate de investidura, relegando a Rubalcaba, en un gesto de poderio dentro del partido, a una posición de convidado de piedra
Así ha debido sentirse el candidato socialista al analizar mínimamente la rueda de prensa en la que Zapatero anunciaba el congreso ordinario socialista para el mes de febrero. Una convocatoria absolutamente personalista y en la que se deja de lado al candidato perdedor de las elecciones. Un congreso éste que no parece tener claro ganador, con el candidato herido de muerte por el peor resultado electoral de la historia democrática socialista, un Patxi López que ha perdido tirón en el País Vasco y se ha visto despojado de gran parte de su electorado por parte de los militantes de la izquierda independentista, una Carmen Chacón a la que difícilmente se le perdonará desde las bases su egoísmo y falta de sentido grupal y un Bono a la expectativa dispuesto a la más mínima a cobrarse las facturas pendientes desde el congreso que ungió a Zapatero. Difícil panorama el que se nos presenta. A algunos en lo general y a otros también en lo personal.
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