CONTRACORRIENTE

Grandes disturbios se han producido en Sucre, capital administrativa de Bolivia, por la intención de Evo Morales de aprobar una modificación de la constitución, en la misma línea de las pretensiones de Hugo chavez en Venezuela y con el apoyo y la infraestructura de paramilitares venezolanos como se puede ver en las imágenes.

La aprobación de la nueva constitución, efectuada en un acuartelamiento militar y solo por los leales a Morales ya que no estaba representada la oposición que supone el 49,3 % de los bolivianos, se hizo de manera absolutamente contraria a las garantías constitucionales, leyendo unicamente el índice de artículos sin detallar el texto, en un estilo tercermundista, a mano alzada, sin comprobación de los resultados y bajo la presión de los fusiles y las calles regadas de sangre, según denuncian fuentes de la oposición.
Aunque es cierto que falta la definitiva aprobación en la que las votaciones se harán artículo por artículo, los observadores internacionales ponen en cuarentena la legitimidad de su resultado en un país dividido por los enfrentamientos en la calle y la actuación de batallones de campesinos e indígenas.