ACIERTOS


Es una acción muy sana, la de discrepar, de un lado porque demuestra que les escasas neuronas que van quedando con la edad y la visión de determinados personajes en debates como el del pasado jueves en esta, mi casa, permanecen activas y, de otro, porque es la mejor manera de formarse y formar opinión sobre asuntos que de otra manera pasarían poco menos que desapercibidos. Aunque, en ocasiones, es agradable coincidir, como hoy.
Confieso que el Concejal de Urbanismo, Rafael Duarte, me tiene desconcertado. Alterna, a mi juicio, grandes aciertos con asuntos como el del convenio con PRASA en el que, seguramente por desconocimiento, no acierto a entender sus razones. Lo que resulta evidente es que sus tres últimas decisiones han sido tres aciertos innegables. En primer lugar, la paralización de la instalación de las vallas publicitarias que algunos llaman, es un eufemismo, “de encauzamiento peatonal”, hay que ver que buenos son nuestros gobernantes que nos dirigen amablemente nuestros pasos para que no cometamos el error de cruzar el paso por la zona no señalizada y mucho menos sin visualizar la propaganda que esconden entre sus estirados brazos de acero. Es evidente que hay algo que no encaja en este asunto. Mil vallas publicitarias sin concurso público y adjudicadas a dedo no es asunto baladí, por tanto parece claro que no nos están contando toda la verdad, yo no me creo que el anterior Concejal de Servicios y el empresario afectado, con la experiencia que ambos atesoran, hayan cometido semejante irregularidad, por lo que esperamos ansiosos la aclaración de estos, mejor pronto que tarde, entre tanto, bien paralizado está el asunto para tranquilidad y sosiego de los ciudadanos.
El segundo acierto corresponde a las obras precintadas en el Padrón, cuya licencia data de 1.990 y no está amparada en el Plan General de 1.994, pese a lo cual, las obras han avanzado a velocidad vertiginosa hasta la pasada semana. Acierto del Concejal hasta que se aclare el asunto y toque de atención a navegantes y protectores de las ilegalidades flagrantes, incluidos concejales de la oposición que no deben tener visiones distintas para asuntos iguales. Un pequeño detalle si acaso. Alrededor de estas obras se encuentran pequeños focos de ilegalidades consentidas que se van convirtiendo en núcleos poblacionales consolidados, carentes de todo tipo de servicios y dotaciones, a los que nadie se atreve, como al gato, a poner el cascabel y cuya relación con la legalidad vigente es menor, si cabe, que las obras paralizadas.
El tercer asunto es la negativa de Duarte al pago del 50 % de las obras de reurbanización de Arena Beach, asunto de toda lógica si tenemos en cuenta que, en el mismo caso, se encontrarían el resto de las urbanizaciones de Estepona y en un futuro más o menos próximo podrían exigir el mismo tratamiento. Un Ayuntamiento que, como señala el Concejal, tiene paralizadas obras de inminente necesidad por falta de pago y/o de Presupuesto para afrontar las mismas, no puede efectuar semejante discriminación, amén de que esta habría que acometerla desde el endeudamiento bancario y el desequilibrio presupuestario, muy lejos de lo que la precaria situación económica aconseja.
Claro que siempre puede alguien decirme que no todas se encuentran en el mismo caso y seguramente lleven razón, probablemente cada una tenga sus propios técnicos, arquitectos y directores de obra que no tienen necesariamente que coincidir, aunque lo de este caso es una coincidencia.
Por cierto, como despedida de Navidad, un consejo para regalar a sus señoras. Corales, a ser posible dos.