La imagen que ustedes ven ha sido tomada con un teléfono móvil por un amable lector y es de esta misma mañana a primera hora. En ella se ve a unos operarios municipales reponiendo una farola caida, precisamente una de las farolas que sostienen los cables-vientos los llamaba yo en el citado artículo, como los de las tiendas de campaña ya que el efecto pretendido es el mismo- que sujetan las luces de Navidad. Desconozco si ha existido algún daño además de los materiales, espero que no y que la intersección de los Santos Patronos de Estepona lo hayan impedido, pero no me negarán que no era previsible mi denuncia, insisto, antiguo problema denunciado por escrito por el propio responsable de electricidad del Ayuntamiento, sin que se haya tomado la mínima precaución por la premura del tiempo para encender las luces, premura provocada por el impago de las facturas del año anterior y la fería de Julio que ha tenido que ser resuelto por una empresa privada mediante la entrega de un pagaré, empresa, por cierto, bastante nombrada ultimamente en nuestra ciudad.
La Ley de Murphy en estado puro. Todo lo malo que pueda suceder, sucederá, en el peor momento, cuanto peor hayas hecho las cosas. Inexorable.
2 comentarios:
A ver si va a resultar que eres gafe ... tó lo que tocas lo escogorcias, jodío.
Hay cosas que caen por su peso, que te voy a contar Indurain.
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