Se presentaba curiosa la semana con la convocatoria de Pleno Extraordinario que efectuaban diez de los once miembros de la oposición, al parecer a Rosa Díaz quisieron darle el trabajo hecho y ella, que es de armas tomar, les mandó a tomar por donde amargan los pepinos. A mí me parece muy bien esta práctica dado que el actual funcionamiento municipal impide el debate de las iniciativas de la oposición, además, de esta forma, nos enteramos del trabajo que realizan estos grupos cuya obligación es, precisamente, el control del gobierno.
Lo que ocurre es que uno tiene la sensación de que este Pleno viene a ser la respuesta a determinadas acusaciones efectuadas por nuestro ínclito alcalde y sustituye a una explicación directa y contundente que algunos echamos en falta y que cada día se le hace más necesaria al gran embaucador preocupado únicamente por el polvo existente bajo las alfombras del cual, de existir, es el máximo responsable y de su faceta de inaugurador y animador televisivo. Aunque animar, lo que se dice animar, como no sea en su casa, al resto de ciudadanos solo nos anima a cambiar de canal. Por cierto, si le faltan minutos de cámara a su ego le animo a participar en el supervivientes, sería curioso verle en el lugar de Pipi Estrada con el que le unen numerosas coincidencias, especialmente intelectuales.
La otra importante noticia es, una vez más, el retraso de la aprobación inicial del nuevo Plan General de Ordenación Urbana que esta vez nos anuncian para la Semana Santa. A uno le viene a la cabeza el cuento del lobo pero no sé porqué me da que esta vez el lobo va a tardar en venir. Como les decía en el párrafo anterior, la política de levantar alfombras hace que se estén revisando todos los convenios urbanísticos firmados en la etapa anterior para ver de renegociar y/o reconducir aquellos en los que la parte de aquel gobierno que continúa en el poder no rascó bola en su desarrollo, además de todas y cada una de las contrataciones de obras y servicios efectuados desde delegaciones ajenas al PSOE. Nada nuevo bajo el sol, la política sectaria y revanchista a la que nos tienen acostumbrados desde la vuelta de la democracia. Lo curioso de esta forma de operar es que, antes y ahora, han sido ellos los que han detentado las áreas de poder, no olvidemos que el concejal de Urbanismo de los últimos cuatro años fue el propio alcalde, quien no delegó sus competencias, de la misma forma que ahora lo es de Seguridad Ciudadana ya que las únicas competencias que ha delegado en el concejal son las de tráfico.
Este, el concejal de Seguridad Ciudadana, ha tenido esta última semana su minuto de gloria. Debo confesar que me parece un hombre educado, amable y de buen trato aunque desconozco su capacidad de gestión, es por esto que no sé hasta qué punto es responsable del desaguisado ocurrido en la presentación de los nuevos vehículos de la policía local. Presentación ésta, habitual cada cuatro años como consecuencia de la renovación de la flota, que se ha visto empañada por la ocurrencia de algún iluminado de incluir los vehículos camuflados donde ejercen su función los policías de paisano que, ahora, son tan conocidos como los espías portugueses que acudían a las citas secretas de uniforme.
Convendrán conmigo en que para convertir un acto político importante, como es la dotación del nuevo parque móvil, en la rechifla de los ciudadanos hay que ser más que torpe, hay que hacerlo adrede o, como decía mí abuela, ser más tonto que Felipillo que llevaba arena para jugar en la playa.
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