COMPARTIR LA ALEGRIA



Llevaba tiempo con la duda de traer al blog este bonito momento de la vida de un titiritero, multimillonario agradecido, dado que a lo largo de sesenta años de vida cualquiera puede ver la luz y cambiar sus criterios.
Claro es que, a mi juicio, quienes alcanzan un patrimonio que cualquiera de nosotros no hariamos en cien vidas no son los más indicados para dar ejemplo ni servir de referencia de respeto al resto de ciudadanos. Hoy, agotada absolutamente su capacidad de sorprender, solo los queda el canon obligatorio para seguir manteniendo sus privilegios y su pseudoprogresismo barato.
Hoy me he decidido querido Victor, tu abuelo picador seguramente se volvería a la mina después de oirte avergonzado y, si viviera, te mandaría con el abuelo de Zapatero gran represor de mineros a las órdenes del gobierno de la República.
!!A mamarla farsante!!