EL CANDIDATO RAJÓ



No, no me he equivocado ni me falta letra alguna. El todavía lider del Partido Popular, como nos pasa a muchos en otras ocasiones, lanzó su particular rajada el pasado fin de semana. Lo que pasa es que hay rajadas y rajadas y aunque todos tengamos la libertad de opinar, hay opiniones que sientan cátedra. Hoy por hoy, una rajada de Rajoy tiene mucha enjundia. Más aún cuando raja contra la persona más votada porcentualmente de todos los Presidentes autonómicos de España, más votada incluso que el propio Gallardón en Madrid. Cuestionar la libertad de Esperanza Aguirre a la hora de opinar dice muy poco a favor de la democracia interna del Partido Popular y pone en cuestión la verdadera fuerza de Rajoy al frente del partido.

Por otra parte, las masivas manifestaciones de apoyo de los barones regionales garantizando el voto de los compromisarios en el congreso de Valencia nos indican bien a las claras que el funcionamiento es todo lo más alejado a la libertad de las agrupaciones locales del partido, claramente situadas a las órdenes de las distintas provinciales y éstas de la regional, única forma de garantizarse los puestos políticos y de confianza por parte de los superiores de cara al futuro. En pocas palabras, la Dirección Nacional del partido está preparando un Congreso Nacional a la búlgara, sin ningún tipo de debate interno y donde lo de menos sean las ídeas y los postulados políticos, justo cuando más se necesitan.

En otro orden de cosas, la nueva situación nos coloca a merced del Grupo Prisa en cuyos brazos parece que aspiramos a cobijarnos. Otra vez, que error, que inmenso error, olvidando, de una parte a aquellos que a lo largo de los últimos cuatro años han sido nuestro único sosten mediático y, de otra, el tratamiento bastardo y manipulador de los ahora medios interesadamente afines en los días posteriores al atentado del 11-M. Parece que olvidamos, no solo a quienes han posibilitado con su trabajo diario la oposición de los cuatro últimos años para entregar el partido a los acomplejados del viaje al centro sino que, a mayor abundamiento, entregamos nuestra alma a los que ya nos pasaron a cuchillo y contribuyeron con el imperio mediático que les entregamos en bandeja a la situación de empobrecimiento en la que ahora nos encontramos.

De victoria en victoria hasta la derrota final. Una vez más.