CONTRACORRIENTE

Tras la resaca de las imágenes del Pleno de esta mañana que nos ha puesto Estival TV, me vienen a la memoria los recuerdos del Debate de anoche donde, triste me resulta decirlo, quedó meridianamente claro que si en el gobierno hay poco que rascar, en la oposición no queda ni sarna. Como en la mili, a la oposición debe suponérsele valor, en este caso valor político y técnico, para plantear alternativas a las carencias que en los últimos tres meses vienen demostrando quienes tienen la responsabilidad de gobernar. Lo que yo vi me recordó al famoso chiste de Forges, en la época de la transición, en el que una campesina veía pasar, impertérrita, una manifestación  perseguida por la policía. El comentario del maestro dibujante era: “Blasa incomprendiéndolo todo”. Esa es la sensación que quienes me han comentado el programa y yo mismo, tuvimos al final del programa. No hay gobierno, no hay criterios, no hay programa pero, lo más triste, es que no hay alternativa.

A pesar de todo, yo creo en las personas. Creo en las buenas intenciones, creo en los propósitos, creo en la buena gente. Para mí no hay color entre lo actual y lo pasado. Yo le compraría un coche usado a Valadez pero no le pondría Estepona en sus manos. Porque Valadez, ya lo he dicho antes, no tiene equipo. Y lo que tiene, entiéndase la metáfora, son desechos de tienta o ursulinas recién sacadas del campamento de verano socialista. Contratar a una animadora infantil, concejala de Torremolinos por más señas, como asesora de alcaldía, es un insulto a la inteligencia y al bolsillo del pueblo con más crecimiento en el número de parados de la Costa del Sol. La política de gestos que tanto se domina a nivel de medios de comunicación, falla por la base en la falta de sensibilidad hacia los cientos de personas que acuden a alcaldía a buscar trabajo para sus hijos encontrando, como es de suponer, la negativa por respuesta.

El Debate nos descubrió también la postura inflexible de la Plataforma de Vecinos en relación a la subida de impuestos. Lógico, así lo manifesté, no es su obligación buscar soluciones y si, en cambio, recabar responsabilidades y exigir respuestas. La oposición, tal como antes comentaba, perdió una oportunidad histórica de justificar el carácter constructivo de su trabajo y el destino de las asignaciones que reciben. Algún bien-pensado creerá que no aportaron soluciones para configurarse como alternativa de poder, lamentablemente, otros, creemos  que no hay donde rascar y que cuanto más se profundice en la exigencia, más de manifiesto quedarán sus carencias. Hay, a fecha de hoy, dos corrientes en el Partido Popular, a saber: La primera, la de los que están encantados de haberse conocido, pasean orgullosos el cargo por el pueblo y se muestran reacios a que la política les acarree alguna enemistad. Tienen, está claro, fecha de caducidad- Junio 2.011- si el pueblo es capaz de resistirlo. La otra, la de los ahogados por la presión del teléfono y los horarios, es más dura de llevar. Que trabajo, que agobio, ruedas y ruedas de prensa anodinas, reuniones de doce a dos y de seis a ocho, lo que me dejan libre mis obligaciones familiares, plenos interminables una vez al mes y este niñato nos los pone a las ocho y media de la mañana, que dura es la vida del político.

Hay una tercera vía, la de salir corriendo. Alguno ya lo hace a menudo. Las penas, con pan son menos, con vino no te quiero ni contar.