ODIOS AFRICANOS



Publicado en Estepona Información 17.10.2008


Me preguntaba hace tiempo un vecino, en relación a lo que estaba ocurriendo en nuestra ciudad, cual era mi opinión al respecto. Tres generaciones, le contesté. Tres generaciones son las que serán, como mínimo, necesarias para enterrar estos odios africanos. Para entender lo que significa la expresión “odios africanos” basta con que sigan ustedes el canal propiedad de los herederos del que da nombre a la antigua vía litoral, colado a traición y sin que la ciudadanía se entere, en el que se están emitiendo en la actualidad tres buenos ejemplos: “El último Rey de Escocia” protagonizada por Forrest Whitaker, “Diamantes de Sangre” con Leonardo Di Caprio y “Atrapa el fuego” genialmente interpretada por Tim Robbins. En cualquiera de las tres van a ver ustedes reflejada la sociedad esteponera de los próximos veinte años. Odios tribales, familiares y políticos, derivados de la mala digestión de unos enfrentamientos entre hermanos de sangre, amplificados y enervados por la dimensión mediática de los enfrentamientos.

            Ahí es donde a alguno se le ha ido la mano. Cuando tu, hasta hace escasas fechas, compañero de partido y trabajo, gestión y objetivos, pasa a convertirse en todas las portadas en “el primo de”, el “amigo de” o “el cuñado de” en función de los intereses políticos y mediáticos de quien maneja a su antojo los medios, la situación se torna compleja. Nada comparado a lo que se tornará cuando, en legítima defensa de la legalidad, los ahora “presuntos culpables”, pasen a ser “presuntos inocentes” y se les garanticen, en libertad, sus derechos constitucionales hasta la celebración del juicio. Será entonces cuando los habitualmente paniaguados burros, permanentemente perseguidores de zanahorias, tendrán que dar la cara y justificar los titulares de las cabeceras de las dos agencias que cortan el bacalao, de la emisora propiedad de los herederos del que da nombre a la avenida y del periódico habitualmente mantenido por la publicidad institucional. Entonces, cuando se crucen por la calle, en las celebraciones familiares, ferias, procesiones y otros actos públicos, se pondrán de manifiesto los “odios africanos” con resultado pendiente de cuantificar pero, aquí está escrito, perfectamente anticipado.

            Hoy, nuevamente, ha habido Pleno de la Corporación Municipal. Como no podía ser de otra manera, en genial definición de Jorge Valdano cuando Chendo le tiró en Valencia un caño a Maradona: “los pajaritos le disparan a las escopetas”. Moción del concejal ex-socialista, Paco Zamorano, para reducir en un 50 % el Impuesto de Construcciones y Obras y otro tanto las Licencias Urbanísticas, a lo que el PP responde con la abstención. Quién presenta la moción es el mismo que aumentó un 40 % la presión fiscal a los esteponeros y quién se abstiene de aprobarla, rechazando la bajada de impuestos, es el mismo partido que colaboró a sacar diez mil vecinos a la calle en protesta por la citada subida y pidiendo la anulación de la misma. No me dirán ustedes que no es de locos. Yo, por si acaso, me voy a abstener de opinar, vaya a ser que me nieguen los mínimos derechos, desayuno y tertulia, y me jodan el día nada más empezar.

            Se preguntan las gentes de buena fe a lo largo de los últimos días, que habrá pasado en la sede de los populares para que una vez tomado el camino correcto de la oposición combativa se haya dado marcha atrás. Arreón de caballo andaluz, llegada de burro manchego, que dicen los abuelos. Nadie acierta, ni en los mentideros, ni en los foros, a explicarse el extraño cambio experimentado – ahora que, dicen, habían tomado el camino correcto- pero, seguro, que sus buenas razones tendrán.  Quienes saben de esto cuentan el viejo chiste del que va al dentista y, al oír el sonido del torno, agarra por la entrepierna al susodicho y, mirándole fijamente a los ojos, le susurra:

- Vamos a no hacernos daño-