Cuentan que después de una gran corrida de toros en Madrid, era corriente que se ofreciera una fiesta a amigos, periodistas y gente relacionada con las artes y la cultura.
En una de esas celebraciones le presentaron al afamado matador Rafael Guerra "Guerrita" a Don José Ortega y Gasset y se lo presentaron como "filósofo", a lo que el maestro inquirió sorprendido: ¿filósofo? ¿y eso qué es? Le explicaron que se trata de la persona que trabaja sobre las ideas y el pensamiento, a lo que el Guerra, asombrado por tamaña profesión, sentenció con su famoso "hay gente pa tó".
Algo parecido es lo que me viene a mí a la cabeza cuando pienso en la gente a la que se le ocurriría utilizar el ascensor manual de la foto.
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