HIPERACTIVIDAD


No me gustaría lo más mínimo que mi ausencia de la pasada semana haga antiguo este comentario. Hace un par de semanas, uno de los diarios de referencia en este País publicaba un informe según el cual los liquidadores de las sociedades municipales Estepona XXI habrían dejado de ingresar un montón de dinero en las arcas municipales sin que el anterior Alcalde de Estepona hubiera hecho nada por evitarlo. Acto seguido, éste, rápido de reflejos, emitió un comunicado a través de sus todavía leales, en el que puso de manifiesto que, siguiendo las instrucciones del emisor del informe, el actual liquidador, denunció las presuntas irregularidades cometidas a la fiscalía anticorrupción en Diciembre de 2.006.

Como les he comentado en numerosas ocasiones, no hay nada más peligroso que un imbécil hiperactivo. Si a esto se le une la condición de tonto útil, las consecuencias son imprevisibles. Verán ustedes: En el mes de Octubre de 2.001, la Sociedad Servicios Estepona XXI, SL, declarada en quiebra a instancias del Ilmo. Ayuntamiento de Estepona tras las elecciones que auparon al gobierno cuatripartito y, por lo tanto, gestionada por los Síndicos de la misma, celebra Junta General Extraordinaria donde se acuerda una ampliación de capital no dineraria. A tal fin, se le ceden, por parte del Ayuntamiento, una serie de parcelas, libres de cargas, con objeto de que sean subastadas y equilibrar el Balance de la quebrada. El acuerdo se toma con las valoraciones certificadas por el Arquitecto municipal y el visto bueno del Comisario y Depositario de la quiebra, proponiéndose su elevación a documento público.

El 31 de Octubre de ese mismo año, es decir apenas veinte días más tarde, se presenta moción de censura contra Antonio Barrientos y se levanta la quiebra de la Sociedad antes citada nombrándose Liquidadores mancomunados a quienes ya lo eran del resto de sociedades Estepona XXI en liquidación. En Febrero del año 2.002, es decir, tres meses después de la elección de la nueva Alcaldesa, se elevan a público los acuerdos de Octubre antes citados, lógicamente, por parte de quienes en esa fecha son los responsables de la Sociedad, la citada Alcaldesa  y los liquidadores recién nombrados.

Es decir, por si ustedes se pierden, que el liquidador actual, el hiperactivo imbécil, presenta en 2.006 un informe a Antonio Barrientos en el que da cuenta de las, a su escaso juicio, graves irregularidades cometidas en el acuerdo del mes de Octubre de 2.001. Éste, frotándose las manos por el arma que le ponen contra sus enemigos, los liquidadores, malos malísimos, y quien suscribe porque pasaba por allí y no le gustaba lo que le decía, decide denunciar los hechos a la fiscalia anticorrupción a fin de depurar presuntas responsabilidades. Prometí, hace ya tres meses largos, no juzgar al anterior alcalde y no voy a hacerlo. En este asunto, es evidente, ha sido engañado por quienes, y digo quienes, no quién, debían asesorarle. Por muy poca estima intelectual que le tuviera, y le tenía poca, jamás se me ocurriría que, en uso de sus escasas facultades, se denunciara a si mismo. Porque quién tomó la decisión de ampliar capital con aportaciones no dinerarias y planificó su liquidación, fue, precisamente, el socio único de Servicios Estepona XXI en quiebra, es decir, el Ayuntamiento de Estepona representado en la Junta de Octubre de 2.001 por su Alcalde Antonio Barrientos González, limitándose los nuevos responsables a elevar a documento público, en Febrero de 2.002, los acuerdos tomados en la citada Junta General.

Abundando más, quien firmó la denuncia junto al Ex-alcalde, el imbécil hiperactivo, debió ser, asimismo, engañado por alguien. No se entendería de otra forma que firmara una denuncia falsa, en compañía del denunciante-denunciado, ignorante de que lo es, sin que detrás de la historia existiera una mano que mece la cuna. O la Caja.

Pero, esa, esa es otra historia de la que pronto les hablaré.