Si, ya se que es el título de una película de Hitchcock pero define a la perfección lo que quiero transmitir en esta entrada. El título original debiera ser "cortina de humo" ya que no es otra la intención del Presidente del Gobierno que la de arrojar humo sobre la situación del país.
Sería absurdo contarles a ustedes lo que se está viviendo en España, el que más y el que menos sufre en sus propias carnes la deriva del paro, la dificultad de llegar al final, no del mes, sino del día, pagar las hipotecas, los, todavía, altos alquileres, el brutal recibo de la luz y el agua y, en nuestro propio pueblo, la fiscalidad más elevada de la Costa del Sol. Por eso, no pienso redundar en el martirio. Hoy quiero hablar de la desverguenza de Zapatero, Garzón y los responsables de los medios afines en relación a los asuntos del espionaje en Madrid y la corrupción en Boadilla.
Y no crean que voy a hacerlo desde la disculpa o la comparación con las actitudes socialistas en la Costa del Sol, resto de Andalucía, ático de Pepiño o recurriendo a nuestros últimos años de historia donde podriamos escribir, desde ambos lados, una biblioteca completa de la corrupción. No, mi intención es hacerlo desde la desverguenza de sentir la sensación de vivir más vigilado que en la dictadura bananera más abyecta, desde la persecución de la libertad individual a través de Hacienda, Bancos, Seguridad Social, cámaras espías en centros comerciales, aeropuertos, calles, estadios deportivos, etc; hasta el trueque miserable de los dossieres de información por oposición entreguista pactada, compra de medios afines con dinero público y, al final, chantaje puro y duro al más puro estilo siciliano.
Me parece magnífica la actuación de fiscalía y juzgados para destapar los escándalos - recuerdo presuntos, unos y otros- del PP en Madrid y Boadilla. Mi duda es porqué en este momento, cinco días antes de la intervención del Presidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados, intervención, recuerdo, retrasada más de un mes a los efectos, es mi particular opinión, de presentarse ante la opinión pública en medio del escándalo que esconda la razón real de su presencia. Escándalo convenientemente amplificado por sus afines, tratando de ocultar la realidad de la situación económica y social de este país en medio de la mierda de las corruptelas.
También me gustaria saber porque, en este caso, es competente la Audiencia Nacional. Porqué el Juez Garzón sirve de peón - caro peón por cierto- al servicio de la política errática que lleva camino de hundir definitivamente este país. Sería, a lo mejor, cuestión de analizar sus conferencias, sus ingresos, sus contratantes, sus permisos, sus grandezas - pocas- y sus ya reiteradas miserias. El tiempo nos dirá si el pueblo español está ya lo suficientemente harto para que el humo escape a través de la cortina rasgada y permita que algunos deban ya quitarse la careta y responder por la ruina económica y cultural, más grave ésta a largo plazo, a la que están conduciendo a este país.
Menos mal que ya se acerca el carnaval y el Selu lo clava, con humor claro.
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