EMILIO GUTIERREZ



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Las fotos que vais a ver seguidamente corresponden a la casa de Emilio Gutierrez. A Emilio, como a cualquier español de bien en las mismas circunstancias, se le inflaron los cojones. Y respondió.



Respondió como se merecen los aprendices de terroristas. Con sus propias armas, con su misma medicina. Probablemente, no sea esto lo políticamente correcto por eso, algunos, estamos de más en política, por eso, lejos de la política, tenemos la libertad de decir lo que sentimos. Y, con toda seguridad,  de equivocarnos al decirlo.


Pero que bien nos quedamos después de hacerlo. Claro que aquí es muy fácil. Lo verdaderamente jodido es hacerlo allí, donde los asesinos y sus cómplices están escondidos a la espera. Donde cualquier vecino en la barra del bar es un chivato. En el mal llamado País Vasco. En las Vascongadas, es donde lo ha hecho Emilio. Un hombre que había construído su casa con las manos, como los antiguos.


Y, como los antiguos, ha defendido lo suyo. Con un par.