Creo que dejé bien clara la pasada semana mi postura en relación con la labor del presidente y portavoz del PP de Estepona. Los acontecimientos vividos el pasado miércoles, con la baja de la concejal Silvia Cabrera en las filas populares, no hacen sino confirmar la lamentable situación del grupo municipal esteponero y, por extensión, la recién nombrada asamblea local, cuya actividad solo brilla por su ausencia. La “espantá” de Silvia Cabrera era la crónica de una salida anunciada. Ni tuvo justificación alguna su inclusión en la lista de Mayo de 2.007, en la que era una perfecta desconocida en Estepona, ni la tiene el ninguneo y la obstrucción a la que se ha visto sometida por parte de quienes debieran cuidar de la solidez del grupo municipal. Decía Picasso que la clave de su triunfo como pintor era que siempre procuraba que la inspiración le llegara trabajando. Tarea difícil en el caso que nos ocupa, en la que algunos se han enterado de la que se les venía encima por la prensa, cosas de la inmediatez digital y la agilidad de los compañeros de Diario Sol.
La pelota está en el tejado de la dirección provincial del partido y requiere definitivamente la unidad del centro-derecha en Estepona. Basta ya de parches absurdos, soluciones de compromiso y esconder la cabeza bajo el ala. Es hora de saltar a la arena y citar de frente. A todos y cada uno de quienes puedan aportar algo que signifique ganar las próximas elecciones. Es la hora de la unidad y de aglutinar similares programas. Toda la generosidad que sea necesaria para acabar con la situación a la que nos han llevado los últimos años de desgobierno socialista: la ruina económica, el paro, la huida del turismo de nivel y la desmesurada presión fiscal sobre vecinos y visitantes. Ejemplos recientes tenemos, Benalmádena es uno, con excelentes resultados.
1 comentarios:
¿Por que tienes que sacar a colación al bueno de Atila? ¿Acaso no se ocupa bastante ya de él Don valentín?
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