MANO IZQUIERDA


Aunque la frase tiene muchos novios su origen está, como otras muchas, en el mundo taurino. Un torero que se siente a gusto con el toro, entregado a la faena, toma de inmediato la muleta con la mano izquierda para demostrar su arte con el toreo al natural. Muleta en la mano izquierda - engaño, distracción - espada en la derecha presta para la estocada que acabará con el enemigo. Símil perfectamente aplicable al plano político en la que los líderes astutos deben lidiar con sus compañeros con mayor ahínco si cabe que con sus adversarios. No es tarea fácil, no crean ustedes. En ocasiones se dedica más tiempo a atemperar las ambiciones de los propios que en ejercer la labor de gestión u opositora, según los casos, frente a los ajenos. De ahí, algo que algunos llevamos tiempo defendiendo, la necesidad de especialistas en gestión del partido y atención a la militancia distintos de quienes llevan a las instituciones el mensaje de las bases.


Creo que dejé bien clara la pasada semana mi postura en relación con la labor del presidente y portavoz del PP de Estepona. Los acontecimientos vividos el pasado miércoles, con la baja de la concejal Silvia Cabrera en las filas populares, no hacen sino confirmar la lamentable situación del grupo municipal esteponero y, por extensión, la recién nombrada asamblea local, cuya actividad solo brilla por su ausencia. La “espantá” de Silvia Cabrera era la crónica de una salida anunciada. Ni tuvo justificación alguna su inclusión en la lista de Mayo de 2.007, en la que era una perfecta desconocida en Estepona, ni la tiene el ninguneo y la obstrucción a la que se ha visto sometida por parte de quienes debieran cuidar de la solidez del grupo municipal. Decía Picasso que la clave de su triunfo como pintor era que siempre procuraba que la inspiración le llegara trabajando. Tarea difícil en el caso que nos ocupa, en la que algunos se han enterado de la que se les venía encima por la prensa, cosas de la inmediatez digital y la agilidad de los compañeros de Diario Sol.

La pelota está en el tejado de la dirección provincial del partido y requiere definitivamente la unidad del centro-derecha en Estepona. Basta ya de parches absurdos, soluciones de compromiso y esconder la cabeza bajo el ala. Es hora de saltar a la arena y citar de frente. A todos y cada uno de quienes puedan aportar algo que signifique ganar las próximas elecciones. Es la hora de la unidad y de aglutinar similares programas. Toda la generosidad que sea necesaria para acabar con la situación a la que nos han llevado los últimos años de desgobierno socialista: la ruina económica, el paro, la huida del turismo de nivel y la desmesurada presión fiscal sobre vecinos y visitantes. Ejemplos recientes tenemos, Benalmádena es uno, con excelentes resultados.

Y mañana, escribía estas líneas el jueves, se celebra pleno ordinario de la corporación. Y mucho me temo que no ha de ser un pleno más. Retomo mi escrito, viernes, seis treinta de la tarde, rectifico lo ya escrito y manifiesto mi asombro sobre lo ocurrido. Cierto es que se barruntaba que algo iba a ocurrir pero debo confesar que ha superado las espectativas. Como todos ustedes ya tendrán conocimiento de lo ocurrido por Estival TV y los distintos medios, me voy a abstener de comentar lo sucedido y voy a mirar hacia adelante. Si David Valadez y su apuntadora vía SMS, quieren de verdad a esta ciudad, deben plantearse dejar la alcaldía y los aledaños del poder. La solución a este caos es un pacto entre todas las fuertas políticas, con un alcalde de consenso, que permita la gobernabilidad de la ciudad. El espectáculo vivido hoy, con un alcalde y su equipo de gobierno actuando de puching-ball de la oposición, no es lo que este pueblo se merece. Es necesario un mínimo de generosidad por ambas partes que permita a los ciudadanos una esperanza de futuro. Eso o un equilibrio que un sólo gramo rompa al albur de quienes muevan los hilos intentando que no vuelva a crecer la hierba bajo sus pies. Manejar a toda una corporación no es tarea fácil pero, en situación de igualdad, una pluma altera la estabilidad.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Por que tienes que sacar a colación al bueno de Atila? ¿Acaso no se ocupa bastante ya de él Don valentín?