Es esta una semana clave para el futuro de la ciudad. La aprobación del presupuesto, de llegar a producirse, no hará sino coartar la libertad del próximo alcalde a la hora de establecer su política económica. Porque el presupuesto que el jueves se presentaba a pleno, escribo esto en la mañana de ese mismo día, no recoge una sola de las soluciones a los problemas que esta ciudad atesora.
Da exactamente lo mismo que el asunto haya llegado o no a aprobarse porque lo que aquí se juzga es la intención y la de quién presenta este asunto ante el salón de plenos obedece única y exclusivamente a entorpecer y torpedear la futura gestión de quién, con toda seguridad, habrá de sustituirlo. No voy a reiterarles las múltiples carencias del documento, las numerosas alegaciones al mismo las ponen de manifiesto, lo que si voy a dejar negro sobre blanco son las mentiras. Mentiras como la no inclusión en el mismo de deudas, como la de la seguridad social, por más de cuarenta millones de euros, que han sido reconocidas y suscritas por el propio alcalde. O el asunto de los músicos, o el de los trabajadores de la televisión, paganos de los errores de Valadez en los dos contenciosos perdidos con los antes responsables del medio y hoy con el mejor de los ratios trabajo/salario que uno conozca.
Éste y otros asuntos que todavía habrán de debatirse antes del 22 de mayo, son el resultado de la necesidad. En este caso, ya hemos comentado, únicamente poner chinas en las ruedas al próximo alcalde. Lo pendiente, de índole urbanística, servirá como último intento de hacer girar la rueda de la registradora. Lo que queda aún por definir, no crean que está tan claro en base a alianzas de última hora, es quienes serán los beneficiarios últimos del premio. Malas lenguas se preguntaban por las prisas en ampliar un polígono industrial cuando no hay forma de vender las naves ya construidas en el antiguo y, de necesitarse suelos industriales, hay dos suelos pendientes de desarrollar con esa clasificación: el del Padrón en los Llanos del Negro y el existente en el camino de Casares. ¿Porqué no se cuenta la verdad? A nadie se le oculta que lo contado no encaja. Tengamos en cuenta que los suelos de los que hablamos son colindantes con los terrenos donde, de presentarse un convenio razonablemente beneficioso para el Ayuntamiento, habrá de instalarse el campus universitario ¿es lógico que ahí se construya un polígono industrial? En absoluto. La explicación podría estar en las normas particulares del PGOU y los usos compatibles que contempla el art. 1.35 de las mismas. Ese donde se señala que entre esos usos estaría el comercial. Eso es lo que no se nos cuenta, lo que más cutre provoca el interés, las comidas y los movimientos, el nerviosismo y la desazón.
No son estos los últimos elementos que condicionan los momentos previos al inicio de la campaña. La red en su conjunto, las redes sociales en particular, son el caldo de cultivo para actuaciones de alcance cuando los nervios comienzan a aflorar. Hace ya un par de meses, a quienes tenemos algo que ver con este medio y el digital que sirve de despertador político a alcalde y concejales y con el que se desayunan a diario, se nos hizo llegar de forma sutil el mensaje de que estábamos siendo especialmente molestos. Desde el frikismo más evidente se nos pretende hacer responsables de determinados grupos de opinión en la red. Como si no tuviéramos bastante con lo nuestro. La anécdota, que no es tal, pone de manifiesto el estado de nervios de quienes tienen todo que perder y el efecto e influencia de determinados grupos en las redes sociales. Con cargo al rendimiento laboral y a las cuentas de resultados de las empresas que los pagan, miles de ciudadanos pasan su tiempo en estas lides y algunos se aprovechan de ello. Unos con mucha Jeta, como el que nos ocupa, denunciando las carencias de la ciudad y sus gobernantes con arte, gracia y salero. Otros, intentando, desde el estilo más cutre, desviar la realidad e intentando poner de manifiesto el quién por encima del qué, a fin de cuentas lo que verdaderamente interesa a los ciudadanos. Apañados van quienes crean que nos van a desviar del objetivo con su eterno bucle de miseria. La tecnología, como la verdad ponen a cada uno en su sitio.
Éste y otros asuntos que todavía habrán de debatirse antes del 22 de mayo, son el resultado de la necesidad. En este caso, ya hemos comentado, únicamente poner chinas en las ruedas al próximo alcalde. Lo pendiente, de índole urbanística, servirá como último intento de hacer girar la rueda de la registradora. Lo que queda aún por definir, no crean que está tan claro en base a alianzas de última hora, es quienes serán los beneficiarios últimos del premio. Malas lenguas se preguntaban por las prisas en ampliar un polígono industrial cuando no hay forma de vender las naves ya construidas en el antiguo y, de necesitarse suelos industriales, hay dos suelos pendientes de desarrollar con esa clasificación: el del Padrón en los Llanos del Negro y el existente en el camino de Casares. ¿Porqué no se cuenta la verdad? A nadie se le oculta que lo contado no encaja. Tengamos en cuenta que los suelos de los que hablamos son colindantes con los terrenos donde, de presentarse un convenio razonablemente beneficioso para el Ayuntamiento, habrá de instalarse el campus universitario ¿es lógico que ahí se construya un polígono industrial? En absoluto. La explicación podría estar en las normas particulares del PGOU y los usos compatibles que contempla el art. 1.35 de las mismas. Ese donde se señala que entre esos usos estaría el comercial. Eso es lo que no se nos cuenta, lo que más cutre provoca el interés, las comidas y los movimientos, el nerviosismo y la desazón.
No son estos los últimos elementos que condicionan los momentos previos al inicio de la campaña. La red en su conjunto, las redes sociales en particular, son el caldo de cultivo para actuaciones de alcance cuando los nervios comienzan a aflorar. Hace ya un par de meses, a quienes tenemos algo que ver con este medio y el digital que sirve de despertador político a alcalde y concejales y con el que se desayunan a diario, se nos hizo llegar de forma sutil el mensaje de que estábamos siendo especialmente molestos. Desde el frikismo más evidente se nos pretende hacer responsables de determinados grupos de opinión en la red. Como si no tuviéramos bastante con lo nuestro. La anécdota, que no es tal, pone de manifiesto el estado de nervios de quienes tienen todo que perder y el efecto e influencia de determinados grupos en las redes sociales. Con cargo al rendimiento laboral y a las cuentas de resultados de las empresas que los pagan, miles de ciudadanos pasan su tiempo en estas lides y algunos se aprovechan de ello. Unos con mucha Jeta, como el que nos ocupa, denunciando las carencias de la ciudad y sus gobernantes con arte, gracia y salero. Otros, intentando, desde el estilo más cutre, desviar la realidad e intentando poner de manifiesto el quién por encima del qué, a fin de cuentas lo que verdaderamente interesa a los ciudadanos. Apañados van quienes crean que nos van a desviar del objetivo con su eterno bucle de miseria. La tecnología, como la verdad ponen a cada uno en su sitio.
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