Hoy
hay dos motivos para estar contento, al menos en mi caso. El primero
porque es el día de mi santo, lo era el de mi padre y me trae
recuerdos de infancia, del único día en que las circunstancias nos
permitían salir a comer fuera de casa y hacer una celebración
familiar distinta de la habitual. Recuerdos, a nivel personal, de
quienes ya no están y nunca se olvidan. Desde un punto de vista más
global, el bicentenario de la Constitución de 1812 es motivo también
de satisfacción y orgullo como pueblo y nación. Es complicado
explicar a los ciudadanos, especialmente a los jóvenes que
desconocen la historia de nuestro país, y no por defecto suyo sino
de quienes parecen pretender que la historia se olvide, lo que
ocurrió en aquellos años; una península ibérica invadida por el
ejército de Napoleón donde sólo Lisboa y Cádiz mantenían la
esperanza gracias al ejército inglés que, por su propio interés,
guardaba ambas plazas del invasor francés.
Los
españoles, huido el Rey Fernando VII, no consideraban legítimo el
gobierno de Pepe Botella, el hermano de Napoleón recién nombrado, y
se organizaron en Juntas contra el invasor. Hombres como Jovellanos y
Floridablanca -auténticos ilustrados de la época- lucharon por
instaurar una Constitución que eliminara el Estatuto de Bayona
implantado por el gabacho. La Pepa, clave para nuestro futuro como
nación, nació viciada. Los liberales, que eran minoría entre una
sociedad conservadora y sin preparación intelectual, consiguieron
una mayoría en el parlamento debido al estado de guerra y ocupación.
Esta contradicción provocó, en muy poco tiempo, la traición de
Fernando VII -desde entonces el rey felón-, la vuelta al absolutismo
y la pérdida de las esperanzas que promulgaba una constitución que
garantizaba la modernidad en la política y la sociedad españolas.
La duda no resuelta es lo qué hubiera ocurrido de no haberse
rebelado el pueblo contra el invasor francés. ¿Seríamos hoy más
cultos e ilustrados o hubiéramos perdido la esencia como país sin
la referencia del 2 de Mayo de cuatro años atrás?
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