Donde dije digo..........digo Diego. Ha bastado una mínima discrepancia en una simple comisión informativa para que el disidente, entre algodones, buena mesa, mejor libar y postre de lujo con burbujas, entre loas y veladas insinuaciones a oscuros hechos del pasado, haya retornado al redil y, lamentablemente, perdido gran parte del crédito político que le veníamos apuntando en su debe.
No solo crédito político ha perdido sino, además, crédito presupuestario que nunca debió perder. Nadie lo apuntó en la sesión plenaria pero un sólo euro de gasto efectuado en firme contra el informe del Interventor que acompañaba a la modificación de créditos, supone una clara vulneración de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía y, por consiguiente, supone tomar una resolución arbitraria a sabiendas de que es injusta o ilegal, es decir, prevaricar.
Una denuncia de la oposición, de cualquier ciudadano, más aún, de cualquier acreedor municipal con derecho preferente ante la fiscalía, pondrá este gobierno patas arriba en menos de lo que tarda en santiguarse un cura loco.
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