CONTRACORRIENTE

Ya estamos en campaña. No hemos terminado todavía de asimilar el resultado de las municipales y el Presidente del Gobierno de España, lo que queda de ella, ya ha lanzado el chupinazo de salida para las legislativas y autonómicas de Marzo de 2.008. Y lo ha hecho, sin vergüenza alguna, desde las escaleras de la Moncloa, apartamento por cierto que pagamos entre todos, utilizando una medida política como arma electoral. Cierto es que de esta manera puede presumir de ser el primero en algo porque no me imagino yo a Suárez ni a González, mucho menos Aznar, utilizar con semejante descaro su cargo en beneficio de su partido. Cuando digo lo de mucho menos Aznar no lo digo, créanme, desde la evidente simpatía partidista sino porque quién puso la propaganda mediática en manos del enemigo- recuerden sentencia Antena 3 radio, concesión televisión digital y otras- no puede ser sospechoso de aprovecharse del gobierno para su propio beneficio.

El Presidente del Gobierno ha hecho varios anuncios de enjundia. Por una parte reinaugura el plan de vivienda de la ministra cesada como si fuera nuevo, con el consiguiente palo editorial de El País, al que le empieza a doler la deriva multimedia de Zapatero, anuncia asimismo la asistencia buco dental para los niños, decía yo hace un par de días en mi blog que ya, de paso, podía ampliarlo a los jubilados que les hace más falta y de esa manera insignes pancarteros como Pilar Bardem podrían, ya sin reparos, lucir sus sonrisas subvencionadas a golpe de pregones y presentaciones varias veraniegas.

Me dirán ustedes que las ayudas al alquiler están muy bien, que es una forma de que los jóvenes accedan a la vivienda, se independicen y dejen de ser una pesada carga, losa dicen otros, para sus padres. Mi educación liberal me impide ver las cosas a su manera, lector. Mi educación liberal me dice que es mejor enseñar a pescar que poner un pez en el plato, mi educación liberal me dice que lo que los políticos deben conseguir es salarios dignos para los jóvenes, que el estado debe invertir en investigación, que los políticos deben facilitar las mejoras sociales que permitan a los jóvenes y no tan jóvenes decidir por si mismos el tipo de vida que quieren llevar, el régimen en el que desean vivir, alquiler o propiedad, y el estado debe dejar de ser el padre protector y generador de subvenciones para pasar a ser el motor económico y potenciador de la iniciativa privada y la riqueza.

Ahora lo que dirán ustedes es que estoy loco y que si me leyera Chaves, harto difícil, tanto por mi insignificancia como por su, en mi opinión, escasa actividad lectora, me mandaría a la pira funeraria. Si las cosas fueran como tú dices, manifestaría el Presidente de la Junta, yo no duraba tres meses más en este convento. Imagínate, se acabarían las subvenciones del PER, perdería el voto cautivo, las subvenciones irían a parar a los proyectos más emblemáticos e innovadores, las concesiones ya no serían para mis hermanos de Climo Cubierta, el Alcalde de Sevilla tendría que lidiar con el asunto de las facturas falsas y, para colmo, el caso Malaya ascendería de nivel y podría alcanzar las alcantarillas de San Telmo.

Lo aburrido que sería el comienzo del año escolar sin los niños caminando entre escombros, sorteando cascotes o en colegios prefabricados sin aseos o, en su mejor versión, con aseos de feria. Este muchacho está, diría don Manuél, definitivamente, loco