Ayer Mariano Rajoy estuvo en Estepona. No sé si él llegó a darse cuenta, tantas pequeñas ciudades, prisas, gabinetes de prensa, asesores, servicios de seguridad, conexiones de informativos en directo en el que, esté diciendo lo que esté diciendo, tiene que cambiar e improvisar el corte para lanzar el mensaje central de la campaña, el titular del día siguiente.
Mariano estuvo cercano con los ciudadanos, hábil en sus comentarios, amable en su trato e, incluso, ágil de reflejos ante alguna que otra pequeña trampa que le tenían organizada los eternos aspirantes a perpetuarse en la vida política.
Pero Mariano no reparó o sus asesores no le hicieron reparar en que estaba en Estepona, un pueblo con una idiosincrasia muy particular, un pueblo digno y altivo que se quiere por lo que es, nunca por lo que son los de alrededor. Un pueblo orgulloso de sus raices y de su gente, un pueblo que dificilmente va a olvidar que le utilizaron para pasear un candidato que vino a hablar de Marbella.
Un inmenso error.
2 comentarios:
Con un par. Cada día te alejas mas de tu partido y te acercas más al sentir del pueblo.
Es la comidilla de estepona.
Sigue así, tienes el respeto de mas gente cada día.
A. Vilchez
Gracias por el comentario pero no pretendo en absoluto alejarme de mi partido, simplemente mi intención es reflexionar como ciudadano sobre los hechos que acontecen con independencia de si mis opiniones son favorables o no a mi opción política. Por encima de todo, mi libertad de opinión y expresión.
Creo, además, que la crítica fortalece, eso sí, a los inteligentes.
Otra cosa es si esa característica es común entre mis compañeros de Estepona.
Publicar un comentario