EL SALTO DE ROSA







No voy a ser yo quien critique la decisión de Rosa Díaz de incorporarse al equipo de gobierno de Estepona, no se equivoquen, es ésta la decisión difícil, no la del Alcalde de incorporarla. Para el ínclito Barrientos esta medida significa consolidar una mayoría suficiente que le permite avanzar con tranquilidad los próximos tres años a salvo de una posible moción de censura, además de parar los pies y lanzar un mensaje de advertencia a los andalucistas, sumidos en una profunda crisis de partido a nivel general e interna en sus áreas de gobierno cuyo funcionamiento es digno de formar parte de la antología del disparate.


Para Rosa Díaz, que fue capaz de protagonizar con un escaso equipo de fieles una dura travesia del desierto tras ser expulsada del Partido Popular, no ha debido ser una decisión fácil. A las ventajas que son evidentes, dinero público, colocación de personal de confianza, presencia en medios de comunicación permanente, debe contraponer su propia experiencia con el alcalde, no voy a recordar aqui las continuas faltas de respeto y ataques a la familia de éste y lo que es más importante desde el punto de vista político, como ya se han encargado de recordarnos las últimas elecciones generales, la fagocitación de los pequeños partidos locales por los de ámbito nacional en gobiernos compartidos o la propia del Partido Andalucista en nuestra localidad los últimos cuatro años con la pérdida de casi la mitad de los votos.


En cualquier caso, tomada la decisión, queda respetarla y desearle la mejor de las suertes en su gestión y en su relación personal con el ciclotímico cortador de cintas.