Publicado en Estepona Información 21.06.08
Es más que probable que a algunos de mis lectores les decepcione este artículo. Quienes me conocen, conocen a mi familia y mi entorno saben que, como algún otro que ha discrepado políticamente con él, he sido victima de las formas, hoy no es día de calificarlas, del hasta hoy, nunca más, ínclito alcalde de Estepona. Uno viene de una generación donde todavía existía la cartilla de urbanidad, no estaría mal que la reeditaran, y hay códigos que deben ser respetados. Por ejemplo, no hacer leña del árbol caído. Hoy, como ayer, como todos los días de esta triste semana, solo siento pena. Una inmensa pena por los compañeros de colegio de mi hija, por algunos de mis amigos, por sus madres y sus mujeres. Por Javier y los suyos. Un niño grande rodeado de una gran familia, que se ve envuelto en esta triste farsa solo por ser bueno. Bueno, pero inocente. Y sordo, que no escuchó a sus amigos que durante mucho tiempo le cantaron esta letanía. Una enorme tristeza por los vecinos de un pueblo que ya estaba moribundo como consecuencia de la crisis y el desgobierno. Hoy, como les decía, siento pena hasta de quienes jamás fueron capaces de sentir pena. Pena de a quienes la pena ajena jamás importó.
La semana nos deja, en una visión panorámica, la desvergüenza del doble lenguaje y la triple moral. Pues no va la Junta de Andalucía y anuncia que se personará como acusación particular. Esa misma Junta que manifiesta tener abiertos ochenta y seis expedientes de ilegalidad urbanística., ¿A que esperaba para ponerlos en marcha? ¿Acaso debía producirse este resultado para que saltaran a la luz? Ahora resulta que los máximos responsables son los vecinos de al lado, los que contaminan. Apártate que me tiznas, le dijo la sartén al cazo. ¿Necesitará la Junta que se le recuerden las denuncias públicas efectuadas por distintos medios de comunicación en los últimos cinco años? O es que seguirán haciendo caso omiso a los dossieres de prensa que les pasan sus gabinetes cuando, por ejemplo, un alto funcionario público que no se pliega a determinados desmanes y los denuncia públicamente a través del registro de entrada. Funcionario que, curiosamente, no percibe productividad, a diferencia del resto de sus compañeros que si las reciben, millonarias por cierto. Ayer, se pasó por nuestro pueblo el coordinador provincial de Izquierda Unida criticando el pacto de los últimos cuatro años y habló, otro más, de contaminación. Es probable que como otros muchos también tenga un primo alemán pero, tranquilo, que aquí estamos los que tenemos memoria para recordarte que aquel pacto no hubiera sido posible sin los votos de tu partido que, por cierto, también exigió una parte de la tarta en forma de gerencia compartida de urbanismo.
Hay que empezar a pensar en el más allá. No en el del cuarto milenio, sino en el de la próxima semana. Se hace imprescindible la rectificación del error cometido por el “Equipo” de “Gobierno” en la convocatoria de prensa del pasado Jueves. Esta es una corporación marcada formada mayoritariamente por un partido bajo sospecha. Solo un gobierno de concertación que aglutine a todas las fuerzas políticas, tendría la legitimidad democrática necesaria para empezar a caminar. La pelota está en el tejado de las respectivas ejecutivas provinciales y regionales y nadie debiera intentar recoger nueces de un árbol podrido.
No estaría de más que algunos midieran sus declaraciones públicas. Denominar honestos, honrados y solventes a quienes desfilan esposados por la policía no parece la mejor forma de empezar.
Aunque, pensándolo bien, solventes, a lo mejor, sí.
La semana nos deja, en una visión panorámica, la desvergüenza del doble lenguaje y la triple moral. Pues no va la Junta de Andalucía y anuncia que se personará como acusación particular. Esa misma Junta que manifiesta tener abiertos ochenta y seis expedientes de ilegalidad urbanística., ¿A que esperaba para ponerlos en marcha? ¿Acaso debía producirse este resultado para que saltaran a la luz? Ahora resulta que los máximos responsables son los vecinos de al lado, los que contaminan. Apártate que me tiznas, le dijo la sartén al cazo. ¿Necesitará la Junta que se le recuerden las denuncias públicas efectuadas por distintos medios de comunicación en los últimos cinco años? O es que seguirán haciendo caso omiso a los dossieres de prensa que les pasan sus gabinetes cuando, por ejemplo, un alto funcionario público que no se pliega a determinados desmanes y los denuncia públicamente a través del registro de entrada. Funcionario que, curiosamente, no percibe productividad, a diferencia del resto de sus compañeros que si las reciben, millonarias por cierto. Ayer, se pasó por nuestro pueblo el coordinador provincial de Izquierda Unida criticando el pacto de los últimos cuatro años y habló, otro más, de contaminación. Es probable que como otros muchos también tenga un primo alemán pero, tranquilo, que aquí estamos los que tenemos memoria para recordarte que aquel pacto no hubiera sido posible sin los votos de tu partido que, por cierto, también exigió una parte de la tarta en forma de gerencia compartida de urbanismo.
Hay que empezar a pensar en el más allá. No en el del cuarto milenio, sino en el de la próxima semana. Se hace imprescindible la rectificación del error cometido por el “Equipo” de “Gobierno” en la convocatoria de prensa del pasado Jueves. Esta es una corporación marcada formada mayoritariamente por un partido bajo sospecha. Solo un gobierno de concertación que aglutine a todas las fuerzas políticas, tendría la legitimidad democrática necesaria para empezar a caminar. La pelota está en el tejado de las respectivas ejecutivas provinciales y regionales y nadie debiera intentar recoger nueces de un árbol podrido.
No estaría de más que algunos midieran sus declaraciones públicas. Denominar honestos, honrados y solventes a quienes desfilan esposados por la policía no parece la mejor forma de empezar.
Aunque, pensándolo bien, solventes, a lo mejor, sí.
1 comentarios:
Lo de mis "ex" de IU es de premio desde luego. Debería recordarle a J.A. Castro, si merereciese la pena hablar con él, aquella reunión de la Permanente Provincial con los miembros del Consejo Local de Estepona. Aquel día algunos avisamos a voz en grito de lo que suponía pactar con esos personajes que hoy andan en Alhaurín, con escaso valor profético pues estaba más que claro el objetivo de estos señores desde que aparecieron en la vida pública. Ellos, Castro y compañía, dieron marchamo de "democrático" a un acuerdo de gobierno exclusivamente diseñado para la depredación.
Y mírales ahora, "campeones de la democracia". Pa chillarles, vamos.
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