SI YO FUERA PERIODISTA


Si yo fuera periodista pensaria que hoy es uno de estos días en que se puede llegar a amar la profesión. Para aquellos cuya dedicación y empeño ha sido la defensa de la verdad, de la independencia, de la legalidad y de la firmeza del Estado de Derecho, hoy es un día especial. Un día que confirma sus peores presagios, que justifica su pelea contra el pensamiento único, contra la falsa legitimidad democrática que algunos creen exclusiva de determinadas formaciones políticas. Un día que justifica noches en vela, cruces de información y apoyos a causas que otros creen perdidas.

Pero no soy periodista y desde el recuerdo de la trituradora mediática inmerecida me vienen a la cabeza las familias. Las mujeres, hombres e hijos de quienes, a esta hora, están pasando la noche en un calabozo a la espera de que se reblandezcan sus espíritus, de que con sus defensas por los suelos digan lo que todos intuyen, lo que era vox populi en un pueblo demasiado harto de aparecer en las noticias.

Hoy, a esta hora, solo siento pena. Pena de quien nunca sintió pena y a quien la pena ajena poco le importó.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres un gran hombre por escribir esto: te admiro.