Hace ya tiempo que en esta página venimos denunciando el doble lenguaje de la izquierda española en relación a las dictaduras. Asesinos y represores los que no les gustan y libertadores, herederos de Simón Bolivar, los que les parecen más cercanos a sus posiciones políticas.
Del mismo modo que hemos escrito sobre Chavez o el chico de los jerseys de colorines boliviano, no podemos abstraernos de la negativa presencia de Ortega en la política y la vida nicaraguenses. Como bien dicen los autores del reportaje que sigue a mis comentarios, es difícil imaginar al Juez Garzón reclamar mediante uno de sus autos las responsabilidades criminales del líder sandinista. Eso, probablemente, le haría cobrar menos en sus conferencias y presentaciones varias.
Bien está que gentes como Anson y Vargas Llosa dejen de lado sus respectivos pensamientos politicos para reclamar justicia.
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(PD).- “Fui acosada y abusada sexualmente por Daniel Ortega desde los 11 años y este abuso se mantuvo por casi 20 años de mi vida”. Si abusos como los de Ortega hubieran sido cometidos por un presidente de la derecha, hasta las ranas del estanque del Retiro clamarían hoy contra él, dice Anson. "Pero se trata de un amigo de Fidel Castro y, por lo tanto, la Prensa de la izquierda cobarde ha corrido las cortinas del silencio, mientras los progres-caviar callan como putas".
Un excelente artículo escribe Luis María Anson poniendo de nuevo el dedo donde más duele: "El presidente Ortega, pederasta y violador". Según el presidente de El Imparcial:
Mario Vargas Llosa, un intelectual puro, siempre al servicio de la verdad, ha denunciado con el valor y la claridad que le caracteriza al déspota de Nicaragua. Daniel Ortega ha vuelto al poder al frente de su banda gansteril, gracias, en parte, a su alianza con otra banda de las mismas características: la del ex-presidente Arnoldo Alemán, un delincuente que cumple condena por ladrón tras esquilmar las arcas del macilento Estado nicaragüense.
Recoge Vargas Llosa el testimonio de Zoilamérica, la hija que el déspota adoptó tras casarse con Rosario Murillo. En 1998, esta mujer sandinista declaró: “Fui acosada y abusada sexualmente por Daniel Ortega desde los 11 años y este abuso se mantuvo por casi 20 años de mi vida”. La hija adoptiva de Daniel Ortega ha denunciado las prácticas sexuales a las que el glorioso comandante se entregaba con ella.
Si abusos como los de Daniel Ortega hubieran sido cometidos por un presidente de la derecha, hasta las ranas del estanque del Retiro clamarían hoy contra él y el juez Garzón habría puesto en marcha los mecanismos judiciales internacionales para procesarle. Pero se trata de un amigo de Fidel Castro, de un compadre del caudillo bufón de Venezuela, Hugo Chávez, y, por lo tanto, la Prensa de la izquierda cobarde ha corrido las cortinas del silencio, mientras los progres-caviar callan como putas.
Reconforta encontrar en la Prensa internacional escritores como Vargas Llosa, que lo mismo denuncia las atrocidades cometidas por el generalísimo Trujillo, el amigo del generalísimo Franco, que las de este repelente dictador comunista, Daniel Ortega, pederasta y violador.
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