Entra dentro de lo razonable que la mayoria de vosotros hayais visto Ray,, la película que otorgó el Oscar a Jamie Fox por la interpretación de la vida del genial Ray Charles. Pero, como pasó con la entrada del mes pasado del boxeador Sonny Liston, prefiero quedarme con la historia de los menos conocidos. David "Fathead" Newman fue un extraordinario maestro del saxo del que seguramente pocos, acaso los más aficionados al jazz, hayan oído hablar, lo que no significa que no lo hayan admirado, seguramente cada vez que han escuchado una pieza del mítico Ray, de cuya banda formó parte más de diez años.
Newman nació en un pequeño pueblo de Texas llamado Corsicana aunque creció en Dallas, donde comenzó a tomar sus primeras clases de piano y saxo y de donde le viene el apodo por su tozudez al negarse a leer las partituras y empeñarse en tocar de oído. A pesar de sus carencias consiguió que lo admitieran el el Christian College para estudiar música y teología aunque pronto se cansó. Su gusto por la música lo llevó a unirse a grupos de Blues y Jazz incorporándose a bandas del nivel de las de T-Bone Walker y Lowell Fulson, aunque sus primeros pinitos los hizo con Buster Smith, quién fuera mentor de Charlie Parker.
Tocando con Fulson es cuando coincidió con Ray Charles que era el pianista de la banda. Ray le hizo olvidar su afición por el Be-Bop - estilo que no encajaba en la ortodoxia de Dallas- para convertirse en saxo barítono, posteriormente tenor e, incluso, tocar solos en una banda presidida por el egocentrismo de Charles. Esto solo pudo ser posible gracias a la excelente química existente entre ellos que hizó que uno, Newman, abandonara su verdadera afición por el Be-Bop para llegar a grabar en solitario Rithmm & Blues y el otro, Charles, grabara sus mejores momentos con Newman al saxo.
Discos inolvidables y canciones como Lonely Avenue y I Got a Woman quedaran para siempre en la memoria de esta unión. A finales de los 60, Fathead abandona la banda de Charles para volar libre y colaborar con distintas discográficas. Su estilo, fluido y versatil, le hace ser reclamado por los grandes intérpretes de la época. Se suceden las giras con grandes estrellas de la talla de Aretha Franklin, B.B. King o Joe Cocker.
El pasado año 2.004 intervino en el rodaje de Ray, película con la que, de forma general, coincidía en la versión presentada de la vida de su amigo pero en la que, en lo que a él se refería, se mostraba contrariado por la visión dada en la que aparecía como el iniciador en el consumo de droga del genial músico. Newman se defendía alegando que, en aquella época, el consumo estaba generalizado entre artistas e intelectuales y que él mismo había sido una víctima de los excesos de la época.
David falleció el pasado 20 de Enero y este es mi pequeño homenaje a su memoria. Disfrutad de su versión de Goldfinger, en el vídeo que acompaña la entrada.
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