CONTRACORRIENTE

Mientras de forma lenta y triste avanza la gestión del día a día, el pasado miércoles la constitución de la Mesa General para la negociación del convenio colectivo del personal laboral y funcionario supuso la colocación de la primera piedra para el futuro del PSOE en Estepona. En la actualidad, el convenio colectivo se negocia a tres bandas: Personal laboral, Junta de Personal que representa a los funcionarios y Sociedades Municipales. Dada la composición de la plantilla, Comisiones Obreras es el sindicato mayoritario entre los laborales y las sociedades municipales mientras que el CSIF lo es entre los funcionarios por el peso que en su plantilla suponen Policía Local y Bomberos. La conformación de la Mesa General y la negociación de un convenio único, suponen una toma de decisión absolutamente razonable que eliminaria reuniones interminables y perdida de numerosas horas de trabajo, amén de unificar salarios y beneficios sociales para trabajadores que, ejerciendo una misma función y responsabilidad, están separados únicamente por su pertenecencia o no a la escala funcionarial. Con este criterio cada sindicato recobraría su peso real, el que le otorga la fuerza de las urnas, con lo que el gran beneficiado resultaría, insisto, urnas mediante, Comisiones Obreras, que recobraria el protagonismo perdido entre los funcionarios y eliminaría privilegios injustificados para otorgar esos beneficios a una más amplia base social.

Claro que aquí nadie da puntada sin hilo. El antiguo Quid pro Quo romano otorga al sindicato comunista antes mencionado una importante carga de responsabilidad política. El alcalde Valadez y su mano derecha, la concejala de Personal, Cristina Rodriguez, no van a dar un cheque en blanco a Comisiones. El precio del poder, la moneda de cambio, será, con toda probabilidad, el control de la Asamblea Local que permirta la disolución de la Comisión Gestora y la devolución del poder local a sus legítimos depositarios, los militantes. Que, si mi tesis es correcta, situarán el poder en manos de Valadez, quién consolidará su candidatura de cara a las próximas elecciones municipales, buscará su sitio y el olvido de los pecadillos de juventud en la Ejecutiva Provincial y nombres ahora de peso pasarán a formar parte de la historia socialista esteponera.

En la que, por cierto, tienen su peso específico.