
Hay un antiguo dicho que resume muy bien la situación : "A quién nunca usó bragas, las costuras le hacen llagas". La ministra Chacón, la presunta sucesora del inefable Zapatero, no gana para disgustos.
Al conocido ridículo por el retorno de las tropas de Kósovo, se une ahora el espectáculo de la utilización como asistente personal, gabardina y bolso a su cargo, de una oficial de la Escala Superior, piloto de aviones de carga, la Capitan Correas.
El hecho de que la ministra utilice una mujer a su servicio no es en si misma la noticia, la verdadera noticia, mala noticia, es que miles de euros invertidos en la formación de nuestros militares de la Escala Superior sean dilapidados alegremente por una ministro del gobierno de España para su uso personal como ayudante. Y tampoco es que vayamos a cuestionar aquí si la ministra necesita o no ayuda, sino la condición personal y laboral de la misma. Existen, en la jurisdicción civil, miles de ciudadanos que estarían encantados de encontrar empleo al servicio de la ministra.
Debiera saber la ministra, entre otras muchas cosas, que a un capitán del ejército español no le está permitido llevar otras prendas que las estrictamente de uniformidad militares, por lo que cargar con bolso y gabardina, por muy propiedad de ministro que sean, es un acto que está prohibido por la disciplina militar, además de una humillación para quién tiene como profesión pilotar aviones. Claro que tratar de explicar esto a quién desprecia al ejército es harto complicado.
0 comentarios:
Publicar un comentario