EL GULAG







  • La palabra Gulag ha venido a denominar, además, no sólo la administración de los campos de concentración sino también al sistema soviético de trabajos forzados en sí mismo, en todas sus formas y variedades: campos de trabajo, de castigo, de criminales y políticos, de mujeres, de niños o de tránsito. O incluso más, los prisioneros en alguna ocasión lo llamaron triturador de carne: las detenciones, los interrogatorios, el transporte en vehículos de ganado, el trabajo forzoso, la destrucción de familias, los años perdidos en el exilio, las muertes prematuras e innecesarias.






Publicado en Estepona Información


Nunca pensé que fuera a ser necesario pero la marcha de los acontecimientos van a hacerlo imprescindible. El Gulag, acrónimo con el que se conocía a la Dirección General de Campos de Trabajo en la antigua URSS, y que en realidad no era otra cosa que el lugar donde se trasladaba a los prisioneros políticos, se hace más necesario que nunca en las instalaciones municipales para acoger a funcionarios perseguidos. La noticia, que saltaba ayer -malditas primicias- en nuestro diario digital, en la que se ponía de manifiesto la extraña forma de premiar el cumplimiento de sus obligaciones por parte de los funcionarios públicos, es un ejemplo de prepotencia, sectarismo, autoritarismo -justo lo contrario a autoridad- y talibanismo en estado puro. No debería hablar aquí de los méritos de este funcionario, entre otras cosas porque no le va a ayudar, pero a nadie debe escapársele que ha sido siempre un trabajador ejemplar. En sus anteriores funciones como administrativo de la Delegación de Cultura y en la actual como Jefe de Recursos Humanos. Le pese a quién le pese, está donde está por méritos propios. Trabajando y estudiando para acabar, primero la diplomatura de Graduado Social y después la carrera de Derecho. Insisto, trabajando y criando a sus hijos.
Lo paradójico del caso es que se le abre un expediente por cumplir con su obligación. Es decir, por aplicar, en el ejercicio de sus funciones, los acuerdos plenarios. No me digan que no es triste que a alguien se le castigue por cumplir y hacer cumplir la Ley a las personas que dependen de él. Y que quién se lo abra sea, precisamente, alguien a quien esa palabra no se le cae de la boca. En su favor habrá que señalar que este expediente resulta pecata minuta si se le compara con la responsabilidad, incluso penal, en la que hubiera incurrido de aplicar los curiosos criterios de sus detractores. Es decir que, para que nadie se asuste, un expediente no es más que un acto administrativo que se archivará en favor de la razón y la justicia y todo quedará en un triste episodio y una muesca más en las decepciones políticas y personales. Sin contar con que, a mayor abundamiento, la nómina ha sido fiscalizada favorablemente por la interventora municipal que, a diferencia del sancionado, se negó con buen criterio a ser víctima del tercer grado al que fué sometido éste.
Por otra parte, la reacción de los concejales del equipo de gobierno no los deja en muy buen lugar. Que alguien, por poner sólo un ejemplo, que se ha pasado gran parte de su vida profesional defendiendo los derechos de los trabajadores frente a los abusos de sus empleadores se convierta en el primer represor de la legalidad vigente, parece cercano al mundo al revés. Salvo que, como es el caso, lo que de verdad les duele es el bolsillo. Y han quedado tremendamente al descubierto cuales son sus prioridades. Les importan un pimiento los problemas de los trabajadores. Sus hipotecas y sus familias. A la mínima ocasión se les ha visto el plumero. No han tenido ni la capacidad de fingir como un buen jugador de poker. Al primer envite han enseñado sus cartas y su punto débil se ha puesto de manifiesto. Porque aquí no está nadie por dinero y todos tienen los bolsillos de cristal. Pero se los tocas y tintinean. Será cristal de bohemía.
La otra noticia de la semana es la incorporación al equipo de gobierno de la concejal electa por el PP, Silvia Cabrera. No tuve nada que comentar de su salida de las filas populares, la entiendo, aunque la experiencia enseña que quien resiste gana. Su incorporación como responsable de Cultura y Fiestas es otra cosa. Es un fraude a sus votantes, electores esteponeros del Partido Popular, para quienes Sílvia Cabrera era, cuando se le incluyó en las listas electorales, como en el chiste, un mojón. Aquí ha quedado perfectamente retratada Silvia Cabrera, sus ideas y su compromiso con los electores, repito, votantes del Partido Popular quién, por cierto, se ha negado sistemáticamente a formar parte de este gobierno y aboga por la disolución de la Corporación. 
También ha sido protagonista Juan Manuel Rodriguez. Pero éste, a diferencia de la anterior, se mantendrá en la oposición y respetará a sus electores. Al menos así lo creo y así lo espero. Será incluso de lo mejor que veamos hasta final de legislatura porque, por fín, es libre. Y el Titi, en libertad, es una especie en extinción.
Donde seguro no le encontrarán es rodando “Por un puñado de dolares 2” .

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias en nombre de sus compañeros que, por culpa de la misera de los políticos, aún no hemos cobrado nuestros salarios.
Te las daré en persona pero comprende que, por motivos obvios, no pueda identificarme.

Anónimo dijo...

Yo también trabajo en Puertosol y eres el único que ha defendido siempre a los trabajadores frente a los abusos. Lo hiciste con el GIL y lo has vuelto hacer. Al que le pique que se rasque. Por encima de todo somos personas y tu nos has tratado siempre de esta manera.
Eso si, no todos iguales. Acaso alguien ha sacado la cara por Luis Diaz, ¿no, verdad? por algo será.

Fco. José Rodríguez dijo...

Pepe, no tiene mucho mérito que te dé las gracias porque somos amigos pero estos días estoy comprobando que tengo mucho/as y buenos/as.
Por cierto, lo de Luis Díaz también es de traca pero, no sé por qué, ha sido menos mediático. En su caso se suma la tropelía a otra anterior como es un traslado totalmente arbitrario.
Salud

SHERRY dijo...

Bueno, supongo que, como todo en esta vida, es cuestión de sembrar y recoger.
Tu caso ha sido mediático porque ha sido manifiestamente injusto y afectaba al famoso acuerdo plenario y a la nómina de los concejales. No necesito decirte nada porque tu conoces la Ley mejor que nadie y sabes que has actuado conforme a derecho, por lo que el expediente quedará en papel mojado y un nuevo arañazo en la piel.
Un fuerte abrazo y que cada palo aguante su vela.