EL FLECHA DE LA O.J.E


Me niego a entrar en el juego que nos propone Valadez. Si algo me ha sobrado en este periódico ha sido libertad. A veces, incluso demasiada. Por eso me resisto a hacerme el hara-kiri librexpresionista por seguir la senda marcada por un flecha de la OJE. Que seguro que Valadez, por edad y evidente incultura, no sabe ni lo que es y se lo voy a explicar: La OJE (Organización Juvenil Española) eran las juventudes de Falange y entre los que nos gustaba ir a nuestro aire, nada marcial por cierto, se decía, en virtud de su uniforme, que eran un grupo de niños vestidos de gilipollas mandados por un gilipollas vestido de niño. No me gustaría pensar que las juventudes socialistas son hoy el remedo de aquellos chicos de la boina ladeada y el pantalón corto pero, a la vista de los resultados y de nuestra experiencia vital esteponera y, porqué no decirlo, de su jefe inmediato malagueño, no le anda muy lejos el resultado del experimento juvenil socialista.

Dicho esto y pasando página que este tipo de historias lo único que hacen es desviar la atención, lo que a mí me preocupa es lo que había de veraz en la información que facilitó Estepona Información. Es decir, si el lanzallamas tiraba fuego de verdad o disparaba confeti. A mí y supongo que a ochocientos trabajadores municipales, lo que nos preocupaba era si las empresas se iban a liquidar o existía un plan para su saneamiento. Algo que no se quede en que los concejales asuman sus competencias, que también, como hemos hecho los demás a lo largo de la historia, si no que vaya más allá. Un plan de viabilidad, por ejemplo, que permita el mantenimiento de los puestos de trabajo y evite en la medida de lo posible que la sangría del paro afecte aún más a nuestra ciudad. Tampoco les vendría mal a los curritos de la tele que se les contara la realidad de lo suyo y se desmintiera nuestra información. En resumen, lo que queremos saber es si una vez más nos ha mentido el máximo representante del Equipo de Gobierno como nos mintió un medio de comunicación al eliminar del comunicado de la UGT la parte que no le beneficiaba. Aunque tampoco es que tengamos duda alguna, nos mintió el uno y nos mintió la otra, ser o no ser, he ahí el dilema.

Algo hay que agradecer dentro del mar de intereses que conforman la Corporación municipal, la postura de Lina Rivas que ha hecho de su independencia un sayo y ha tomado la decisión de ser un verso suelto en medio de un conjunto de rimas acompasadas por el interés. Bueno, y por el capital y no precisamente el de Marx, esta vez D. Carlos. Que pena de izquierdas, quién te ha visto y quién te ve Izquierda Unida , vendida por un salario de miseria y cuatro gramos de poder que van mermando año a año hasta la jibarización definitiva. Y aquellos independientes !!ja!! que llamaban a la puerta para tener acceso a la ventana mediática cuando eran apenas un esbozo y hoy apagan el teléfono para que un buzón de voz haga la vez de secretaria interina en la distancia y esconda sus dudas. Dueños de sus silencios y esclavos de sus buzones, así es la vida y así será, cuando ya nadie llame al teléfono prestado. Y la oposición silenciosa en el ámbito de su intimidad interior, de tardía aparición cuando aparece, en un amagar y no dar víctimas de sus miedos y pendientes de la ira de los dioses en forma de quién sabe que datos amenazantes para su integridad política. Miedos de quienes nunca debieron tener miedo y valentía y coraje de quien nunca hubiéramos imaginado es la realidad de la Estepona de hoy. Y, mientras unos pasean sus miedos y miserias por la Estepona oficial, mil y pico nuevos parados aumentan las estadísticas de la depresión malagueña. Las lluvias, dicen los expertos, han tenido mucho que ver. La falta de actividad al aire libre y los empleos dependientes de esta son la disculpa oficial. Claro que si tenemos en cuenta que entre Febrero de 2.009 y el mismo mes de 2.010 se han perdido en la provincia más de 26.000 puestos de trabajo, la conclusión a laque podemos llegar es que el diluvio universal al lado de lo que cae en Málaga fue un chirimiri de los que hacen de Galicia, País Vasco y mi Cantabria natal la España verde oficial.