CONTRACORRIENTE

Una mañana me levanté con la sensación de que necesitaba hacer algo diferente, mi vida corría serio peligro de volverse monótona, niños (tengo 4 hijos), casa, trabajo, fines de semana de copas con las amigas y siempre igual; Hablaba con mis amigas y siempre hacíamos planes para irnos a pasar un fin de semana fuera o hacer vacaciones de más días, pero esos días nunca llegaban, por unas cosas al final nunca nos poníamos de acuerdo.

Hacer el camino de Santiago era algo que no entraba en mis planes, había oído hablar de que la gente lo hacía, pero nunca me lo había planteado y menos hacerlo sola. Nunca me gustó ir sola a los sitios ni para ir de vacaciones, siempre necesité de alguien para poder charlar o, al menos, estar acompañada. Había preguntado a algunos amigos que habían hecho el camino y me contaban que era una experiencia inolvidable y muy positiva para y por todo. Algunos lo hicieron solos y otros acompañados, daba igual, todos contaban lo mismo. Me informé más a fondo sobre lo que era el camino y como se podía hacer. Toda la información está en internet y no me pareció una cosa tan difícil de hacer.

Así que aquella mañana decidí hacer el camino de Santiago, por hacer algo diferente y hacerlo sola, para demostrarme a mi misma que podía hacer cosas sin depender ni de esperar a nadie, realmente me había cansado de seguir a los demás.

El próximo 10 de mayo comenzaré mi andadura en Oviedo, por la ruta Primitiva (340 km). Debería terminarlo para el día 27 de mayo pero no sé hasta dónde llegaré ni  si podré con ello, pero solo el hecho de haberlo planeado y haberlo comenzado  ya me valdrá como experiencia.

Intentaré contaros  en un pequeño diario mis sensaciones al ir haciéndolo,  lo que veo, la gente que me vaya encontrando, los lugares donde duerma  y todo lo que vaya aconteciendo.