Hace ya años que no me dedico de forma directa a la actividad política y no vayan a creer que lo echo de menos. No, desde luego, en su vertiente cainita, de la que no nos libramos ninguno, mucho menos en nuestra ciudad en la que, cuando nace el niño, a la madre no le dicen el sexo, sino el color de su futura ideología: señora, ha sido de centro, ¡qué le va usted a hacer! Quiero decir con esto que nuestra ciudad está profundamente politizada y quién más y quién menos sabe lo que se cuece en torno a nuestro Ayuntamiento. Es por lo que no deja de sorprenderme el olvido de los políticos hacia temas de vital importancia para el futuro de nuestros hijos y, aunque esto es más entendible tal y como están las cosas en nuestro país, el de los ciudadanos.
Si hacen ustedes memoria, hace algo así como tres años largos, casi cuatro, la décima fortuna de este país concedió una entrevista, por cierto magníficamente realizada por Lino Ramos, a Estival TV. En ella, Juan José Hidalgo, presidente del Grupo Globalia (Air Europa, Viajes Halcón, Pepe Car, Pepe Phone, entre otras) aseguró que entre los acuerdos de la operación de compra-venta de los terrenos de la Herencia Nadal, él custodiaba, personalmente, el depósito de –rabitos de pasa si me falla la memoria- unos cuatro mil millones de las antigüas pesetas para garantizar la Universidad en Estepona, tal como se había materializado el acuerdo político con los entonces responsables municipales.
A poca memoria que hagan les vendrá a la memoria un avión, bautizado Estepona, en el que nuestros próceres se dieron una vueltecita por la costa para poner de manifiesto el compromiso de la empresa con nuestra ciudad y el impulso que desde el citado grupo se daría a su desarrollo futuro al amparo del proyecto universitario. Yo no se si alguno se mareó en el vuelo y la fatiga le nubló la memoria pero las cosas fueron así y así se las cuento. De aquel gobierno, por cierto, formaba parte David Valadez y en el se incluían algunos de los nombres que iniciaron la actual legislatura. Exactamente lo mismo sucede con la oposición, gran parte de ella estaba entonces en el equipo de gobierno y otros en su lugar natural, en el tranquilo exilio de la falta de poder. ¿Por qué el silencio frente a estos compromisos incumplidos? ¿A qué tanta rapidez en el asunto del Guadalobón sin tocar estos palos?. Gobernar es algo más que hacer de Goebbels a diario.Mucho más que amenazar y perseguir a quién no piensa como tú. Gobernar es defender los intereses de los ciudadanos y exigir los compromisos adquiridos en defensa de los intereses de la mayoría. Eso, es gobernar.
Es cierto que después pasó lo que pasó, la historia del teléfono, los incumplimientos en lo relativo a la edificabilidad y otras diferencias de mayor o menor nivel. Pero la tela, los cuatro mil millones de pesetas, estaban destinados y comprometidos en el proyecto universitario y la, según la prensa especializada, décima fortuna de este país, se comprometió a avalar personalmente el destino de esos fondos. Porque se trataba de un depósito y no formaba parte del acuerdo global plasmado en el convenio.
¿Nadie va a poner un cascabel a este gato? Espero que, al menos, los que vengan sean capaces de tomarlo en cuenta y después de leerlo tomen rabitos de pasa. O se dirijan a la casa que da cobijo a mis escritos para que los dé una copia de la entrevista en Estival TV. Porque los compromisos son para cumplirlos y si al señor Hidalgo se le llenó la boca cuando preveía un gran negocio, hoy debe hacer su palabra Ley. Y soltar lo que no es suyo, lo que, como dijo, mantenía en depósito. Y si el señor Valadez quiere pruebas que las pida a esta casa, que seguro guardarán la cinta. Y, después de verlo y emitirlo, con la mosca claro, exija su cumplimiento. Porque los contratos verbales son tan válidos como los firmados, máxime si están grabados en televisión. Y si no lo hace, desde aquí emplazo al señor notario para que abandere esta causa, que no se nos vuelva a olvidar. Porque es nuestro dinero, el de todos, y la herencia futura de nuestros hijos.
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