Carne de cañón

 


Supongo que entenderán que el titular no es más que un simil. En una de las acepciones del diccionario, se refiere la “carne de cañón” como aquella persona o grupo de personas que son expuestas sin miramientos a sufrir cualquier clase de daño. Quien le escribió la nota de prensa a Francis Bernal el pasado miércoles le convirtió de forma virtual en “carne de cañón” para todos a quellos que, minimamente informados, han sido sometidos al engaño más abyecto en los veinte últimos días. No será, por cierto, porque desde esta página y desde otros espacios informativos de este grupo, sólo de este grupo, no se haya venido adelantando.
La primicia saltó el día de la inauguración de la feria y su repercusión fue tan inmediata que el Partido Popular pasó a la acción y convocó a los ciudadanos a una concentración de protesta. El desmentido fulminante de Valadez, su tan impostada convicción, consiguió convencer a los mandatarios populares hasta el punto de suspender la convocatoria. Como no podía ser de otra manera, el tiempo nos dió la razón, se publicó la tan comentada providencia y entonces la salida fue la escasa repercusión de la misma en los recibos y el mantenimiento de la subvención. Y, entonces, llegaron ellos. Los recibos. Subida espectacular a las rentas más bajas, media del 20 %, garajes cotizan todos al ser menor de 100 euros la cuota y, de continuar esta política, media anual de subida del 27 % como consecuencia de l aumento de los valores catastrales. No voy a aburrirles explicando los parámetros y los porqués de lo anterior pero si voy a ir al grano. Comparen ustedes lo pagado en los dos años anteriores por todos los conceptos y comprueben como entre 2008 y 2009 solo se aumentó el IPC. Hagan ahora lo mismo entre este último y 2010 y verán la diferencia. Ah! y no se dejen ustedes de lado el asunto de la basura que, les recuerdo, el Pleno, que representa la voluntad mayoritaria de todos nosotros, aprobó su desaparición y Valadez , junto con su grupo de gobierno decidió que no iba a ser  éste órgano soberano quién decidiera lo que había de hacer. Aunque sea la representación mayoritaria del sentir de un pueblo.
Dicho lo anterior yo no puedo creerme que Francisca Bernal no tiene quien le escriba. En condiciones, obviamente. O quien le quiera de verdad y le aconseje de forma sincera. O a quién ella se atreva a consultar lo que ha de firmar y poner en público conocimiento. Lo que sea para evitar la sensación de desconocimiento técnico y político de una delegación que es el buque insignia de un Ayuntamiento. Quiero decirle a Bernal, de forma directa, que lo que remitió el miércoles a los medios de comunicación es la sarta de incongruencias, falsedades y dislates más amplia que he leído en mucho tiempo. Y eso no es lo peor. Lo malo es la sensación que nos queda de que te lo has creído, que ni siquiera te has planteado que quien lo ha escrito te ha engañado, utilizado y lanzado a la primera línea como esa carne de cañón de la metáfora, una persona expuesta sin miramientos a sufrir cualquier clase de daños. En tu caso, profesionales y políticos.
Es posible que a lo largo de los próximos meses encontremos la razón en forma de oferta a formar parte de una lista electoral o algo similar. Espero y deseo quen no hayas caído en esa trampa. Que todo haya sido fruto de tu voluntad de colaborar y no poner piedras en las ruedas de un coche pinchado. Ójala todo haya sido cosa de colaboración y lealtad en tu caso. Porque en el de ellos, te lo garantizo, has sido una víctima necesaria para seguir manteniendo el aliento que pueda llevarlos vivos al próximo mes de Mayo.
Aunque hayan de gastarse para eso el patrimonio que no es suyo ni del suelo si no de empresarios que lo depositaron en aras del cumplimiento de un contrtato que nunca habrá de cumplirse. Y tú, Francisca, concejal del área de Hacienda, debieras saber que disponer de lo que no es tuyo tiene una figura penal - apropiación indebida - y bastará una denuncia de parte para que te des cuenta de la diferencia entre lealtad y fidelidad. La lealtad es horizontal, de uno hacía otro y del otro hacia uno. La fidelidad, Francis, es la de los perros.