Aires de feria


Alguno va a pensar que el abajo firmante ha perdido el espíritu crítico tras ver el título de este artículo pero, fíjense, para nada. Simplemente, la vida, día a día, te va mostrando un camino distinto del que uno quiere tomar. Esta semana, al margen del aspecto laboral con el que estoy encantado – esto último sólo por joder a los molestos – se presentaba feliz por el cumpleaños sorpresa que le habíamos preparado a mi hija. Lamentablemente, una llamada telefónica de las inesperadas e intempestivas, de las que de entrada te suenan a luto, vino a estropearlo. Un amigo, otro más, de los de toda la vida, se había quedado por el camino con poco más de cuarenta años. En plenitud de su vida, cuando comenzaba a disfrutar de unos hijos a los que el trabajo no le había dejado ver crecer, el maldito innombrable se cruzó en su camino. En su homenaje, el de un hombre de los pies a la cabeza,  me casqué tres chupitos fríos de orujo de Potes. De ese orujo prohibido de alambique artesanal que hace mi cuñado con uva de la rioja ya que la autóctona está prohibida. Y debo decirles que me sentaron de cine. No se me quitó la pena pero recordé, lástima que solo lo haga en estas ocasiones, que la vida son tres días y hay que disfrutarla.
Así es que el vagón de mi noria va a estar siempre en el lado más alto, para bajar siempre hay tiempo, en compañía de aquellos que quieran cruzar el lado oscuro y el claro. Del resto de la botella voy a dar cuenta con mis amigos, utilizo siempre el genero como los antiguos así que no se desmarquen mis amigas, cómo y cuando ellos quieran. Entre otras cosas porque al día siguiente me tocó la comida mensual con los miembros del “tendido 7”, auténtico y original comité, no se si de sabios como el recién constituido en Estepona, pero si de “perros viejos” de los que hay que tener en cuenta la postura a la hora de opinar. Comida, por cierto, en homenaje a uno de sus fundadores a quién recordamos cada tercer viernes de cada mes. Dicho esto, me apunto a la feria de Estepona que dará comienzo el próximo miércoles en su edición de día y para la cual, con la colaboración de la totalidad del personal de la casa, les hemos organizado una caseta que esperamos sea punto de encuentro de todos los esteponeros. Para ello contamos con cuatro horas de emisión en directo, dos de radio y otras dos de televisión y la actuación de todos los artistas esteponeros más representativos que han podido compatibilizar su agenda con nuestro horario de emisión. Excuso decir que están todos invitados a visitarla. Eso sí, las copas irán de su cuenta.
Si la vida son tres días, que al menos nos cojan sin sed, comidos y “bailaos”. Ese y hacer y ser feliz, ha de ser el objetivo último. Lo demás, incluidas las cuitas políticas, económicas y periodísticas, harina de un costal que sólo completa lo imprescindible. Se que el tono, a pesar del intento, yo mismo lo noto, no pone de manifiesto esta intención, pero, créanme, igual que dejé de fumar – algo impensable por muchos – voy a dejar de crisparme más allá de lo necesario. Y de ser, que sea por nimiedades. La vida ya es lo suficientemente puñetera para complicarla más. A ti, Julián, que me leías desde la distancia por Internet, paciencia. Mataría por verte bien, pero voy a tratar de dilatar el encuentro todo lo que sea posible. Mientras, con Juanjo y toda la gente buena que estáis allí, cuidad de nosotros que sin duda seguimos aquí por no estar a vuestra altura.
El próximo martes se inaugura la feria. Un punto que debe ser de no retorno en el futuro de la ciudad. Se alejan los nubarrones de una época para olvidar, Abrámonos a un futuro de optimismo, trabajo y prosperidad. Jodido pero contento.