BUÑUEL Y GABO, UNA IDEA FRUSTRADA






El primer minuto 02.11.2011


En un día en el que nos alcanzan tradiciones impuestas por el marketing, me he permitido rescatar del Diario El País una noticia sobre la relación entre dos genios que ya no están entre nosotros. Hace ahora la friolera de cincuenta años un cineasta recibió un carta que comenzaba así: Para D. Luis, cordialmente. En ella se acompañaba un boceto, apenas una sinopsis, de un guión para una película. La historia, enmarcada en la América del Sur de principios del siglo XX, trataba de tres primas carnales, jovenes y alegres, que no se conocen entre sí y acuden a la capital a hacerse cargo de una herencia tras el fallecimiento de un tio solterón. La herencia consiste en una destartalada gasolinera que además se encuentra situada en un lugar fuera de las zonas de paso de vehículos. Las primas, sitúense en el tiempo y lugar adecuados, que habían hipotecado sus bienes para efectuar el viaje, no se arredaron con las dificultades y sacaron adelante el negocio con todo tipo de triquiñuelas, llegando, incluso, a empañar su reputación.
El receptor de la misiva era Luis Buñuel y el remitente nada más y nada menos que Gabriel García Márquez. Para aquellas fechas García Márquez estaba empezando, apenas había publicado dos novelas – La Hojarasca y El Coronel No Tiene Quién Le Escriba – y estaba terminando La Mala Hora. Buñuel, por el contrario, ya estaba exiliado en México y se encontraba en pleno desarrollo de El Ángel Exterminador. Resulta difícil concretar lo que hubiera sido para la cultura mundial semejante colaboración pues quedó en agua de borrajas sepultada por la fama de Buñuel y la necesidad de salir adelante de Gabo García Márquez aunque, con la perspectiva de los años, quizá cueste poco imaginar lo que hubieran dado de sí esa unión temporal de genialidades únicas. Ya el título daba que pensar: “Es tan fácil, que hasta los hombres pueden hacerlo”. Probablemente por eso llamó mi atención entre los temas del fin de semana y me permitió escapar de los recurrentes temas de la actualidad cotidiana.
Al menos eso creía hasta que leí la dificultad que tiene los ciudadanos para acceder a una caja de alquiler. Al parecer, el miedo a un “corralito” a la argentina ha hecho que las cajas disponibles en las entidades bancarias se hayan agotado y exista lista de espera para su contratación. Es tan complejo para la banca el hecho de no poder atender las solicitudes – en su mayor parte clientes de reconocida solvencia y capacidad economica – que se investigan los antecedentes de los solicitantes y basta una mínima condena o referencia judicial para que sea denegada la solicitud. Los bancos, además, deberán ser extremadamente cuidadosos dada la legislación en materia de blanqueo y extremar las precauciones a la hora de conceder la titularidad de las cajas.
Situándonos en pleno Haloween, como creen que actuarán: ¿Truco o trato?