Pantalón y chaleco de Coronel Tapioca desgastado, los más actuales de Decathlon, chirukas o, más modernamente, zapatillas de treking y camisa militar aunque lo más cerca que hayas estado de la milicia haya sido el escrito de objeción de conciencia. Son, los anteriores, atributos imprescindibles de cualquier ecologista de manual que se precie y, de manera especial, del llamado ecologista hortera y con balcones a la calle. Éste especímen, que aparece de tanto en tanto en nuestras ciudades, no tiene nada que ver con el auténtico conservacionista de la naturaleza, estudioso y comprometido de verdad con la naturaleza, al que es difícil de ver tras una pancarta reivindicando causas perdidas.
Las Dunas de Matas Verdes, espacio natural existente en la zona de Casasola, fueron consideradas suelo urbanizable por el gobierno socialista que desarrolló el PGOU, actualmente vigente, en el año 1994. Desde entonces hasta hoy, diecisiete años nos contemplan, Estepona ha sido gobernada por grupos de izquierdas entre los que se encontraban el PSOE e Izquierda Unida, formación ésta de la que se desgajó la actual EQUO en Estepona. Es decir, doce de los diecisiete años transcurridos. No conformes con hundir nuestra ciudad en la más profunda de las crisis económicas y llevar a la quiebra técnica al Ayuntamiento, los unos y los otros se posicionan ahora contra un acto reglado que cumple todos los parámetros técnicos, jurídicos y medioambientales. No lo hicieron cuando tenían en sus manos cambiar la clasificación del suelo y lo hacen ahora en que junto a la Mata que da nombre a la zona, se vislumbra el brote que puede ser el comienzo de la inversión sanitaria que permitirá el cumplimiento de uno de los objetivos emblema de este Equipo de Gobierno.
De manual. Del del ecologista coñazo que tan atinadamente describió Ussia.
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