Congrechillos




Los congresillos del PSOE, antesala de lo que será el día de los cuchillos largos, han dejado ya las primeras heridas. Lo que en un principio no fue sino una batalla prorrogada desde el apartamiento voluntario de Chacón en la carrera electoral para dejar a Rubalcaba a los pies de los caballos de unas encuestas que cumplieron su vaticinio, se ha convertido en una guerra caínita que dará como resultado el cadáver político de uno de los contendientes o de los dos. La imagen del PSOE, las cuchilladas internas en todas y cada una de las agrupaciones provinciales, no presagian nada positivo para el futuro inmediato de los socialistas. Un partido necesario e imprescindible para el desarrollo democrático de nuestro país que como consecuencia de su acción de gobierno en los últimos ocho años tendrá difícil recuperar su credibilidad y más aún la comprensión de los votos no afiliados que son los que garantizan las mayorías absolutas.
En este sentido, el de la poca credibilidad de los no afines, se mueven los últimos escarceos en la red. Existe un movimiento nuevo, una multitud cada día más amplia de internautas que se muestran contrarios a la política de subvenciones de las que se aprovechan patronal, partidos y sindicatos. Argumentan los usuarios de internet, más de treinta mil firmas recogidas en solo un mes, que un país que soporta más de cinco millones de parados no puede financiar a instituciones que debieran sostener las cuotas de sus afiliados. Unos afiliados que, en definitiva, son los beneficiarios de las políticas de sus respectivas asociaciones mientras los paganos, además de sostenerlas, carecen de cualquier tipo de información del destino de sus dineros dado el oscurantismo y falta de transparencia de las cuentas de los afectados. Internet ha comenzado la caza. La pieza, hora era ya, tiene las fechas contadas.