El próximo viernes el gobierno adoptará nuevas medidas de índole económica. A la aprobación del Plan de Estabilidad Presupuestaria habrán se sumársele en breve nuevas medidas en función del resultado económico de las ya aplicadas. Las expectativas no parecen muy favorables, ya se apunta una deflación del 1,5 % para el ejercicio 2012, y por ello algunas voces apuntan nuevas soluciones. La primera en dar el paso ha sido Esperanza Aguirre que apuesta por el copago sanitario para las rentas mas altas. Aguirre, representante del ala más liberal del Partido Popular, no se ha caracterizado nunca por su falta de valentía y ha dado un paso adelante que abriría el melón de nuevas vías de financiación. Y lo ha hecho sin cubrirse, a cara de perro, en pleno comité de dirección de los populares, en los llamados maitines de Génova y poniéndose como ejemplo de quienes debieran satisfacer esta nueva tasa.
Y, si de perros hablamos, debemos poner de manifiesto la nueva aparición de la banda terrorista ETA. A pesar de los buenos propósitos del presidente saliente, de las concesiones hechas a la banda y al abandono de las asociaciones de víctimas, ETA ha vuelto a la acción y ya se ha conocido una nueva ofensiva en su labor de extorsión y chantaje. Las pasadas navidades una buena parte del comercio del país vasco ha comenzado a recibir cartas de la organización exigiendo el impuesto revolucionario. El cuento de nunca acabar. Al menos desde la cesión y entrega que supone una negociación en igualdad entre terroristas y Estado. Sólo la acción policial y judicial podrá terminar definitivamente con el terror.
Ya saben, volver a empezar.
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