"Toma de partido"





Pues al fin sabemos de que pie cojea Griñan. Las voces de la conversación telefónica con Perez Rubalcaba, que ayer trascendieron públicamente, nos han destapado su afinidad por la "andaluza" Chacón. Andaluza en Andalucía y catalana en Cataluña, Chacón ha sido el clavo ardiendo al que ha tenido que agarrarse el todavía presidente de los andaluces en la seguridad de en que los largos tentáculos de Chaves y Zarrías no iba a encontrar acomodo posible. Rubalcaba se queja de falta de neutralidad en la conducta del todavía presidente tras constatar que éste estaba cantando su voto hacia la candidatura de la ex ministra de Defensa entre los secretarios andaluces del partido. Y a mi me parece que Rubalcaba tiene razón. El voto es privado, es decir, que de uno depende el hacerlo o no público salvo que, como en el caso de Griñan, seas el presidente del congreso donde se dirime el futuro del partido.
Otro gallo a cantar es el hecho de que sea Rubalcaba el que se queje de malas artes, deslealtades y traiciones. Zapatero y más lejanos en el tiempo los confidentes y colaboradores del ministerio del Interior, pueden dar fe de las lealtades y neutralidad del quejoso candidato. Insisto, tiene toda la razón en su queja pero es una ofensa a la independencia y la neutralidad que venga de alguien tan falto de principios y especialista en manipulación y control del partido como él. Son cientos los ejemplos a poner sobre la mesa en los últimos veinte años pero no hay que volver la vista atrás tan lejos. Ahí, tras la esquina, está aún yacente el cuerpo herido de Zapatero intentando cicatrizar los cortes recibidos de la navaja política de su último hombre de confianza.
Ya saben: "a cubierto que vienen los nuestros"