Soy el mayor de cinco hermanos. Nací en el barrio de Chamberí y a los cinco años nos trasladamos a vivir a Moratalaz, un barrio que entonces era obrero. Mi vida se desarrolló en la calle, iba a un colegio de barrio y pasaba el día con los otros chavales en el ambiente de la calle de los años sesenta y setenta. Lo que más me gustaba era escuchar música, era un melómano completo del rock and roll. Nos reuníamos, comprábamos discos que nos pasábamos unos a otros y, no sé cómo, un día me hice con una guitarra.
Tenía claro que me gustaba tocar. Disfrutaba cada vez que cogía una guitarra, no se por qué me proporcionaba tanto placer, pero pasaba el día en mi habitación con mis discos y mi guitarra, acompañando las canciones de mis grupos favoritos. (...) Un día decidí que lo que de verdad yo quería hacer era tocar la guitarra: gran bronca con mi padre.
Son palabras de Enrique Sierra, uno de los músicos más importantes de los treinta últimos años en el panorama nacional. Ayer murió y nos recordó que han pasado treinta años desde los ochenta y se han sumado a los que llevábamos vividos entonces. Que ya hemos cumplido los cincuenta y es la hora en que las vivencias y excesos nos pasan factura. Es también. jodida costumbre, la hora de recordar a quienes fueron los pioneros hasta a la hora de irse.
Cuando el pasado mes de septiembre, junto a José Manuel Domínguez y José Luis Ponte, recordábamos en el programa de Elena Moreno "Aún nos queda la tarde", aquellos años de la movida y las vivencias en Madrid, me empeñaba en poner sobre la mesa los nombres de quienes, a mi juicio, mejor representaban el interés por la música y no tanto por otros conceptos que se pusieron la moda en aquella época de pijos con aspiraciones estéticas. Gente como Bernardo Bonezzi, Carlos Berlanga, Fernando Márquez "El Zurdo" o el propio Enrique Sierra.
Aunque parezca increible, tres de estos monstruos iniciaron sus carreras juntos en 1977 en los míticos Kaka de Luxe junto a Olvido Gara "Alaska" y Nacho Canut. De aquella primera época son canciones como "La tentación" o "Qué público más tonto tengo" y sus colaboraciones con Disco Express a través de Diego Manrique, uno de los gurús de lo que fue la movida madrileña. "Saliamos a cantar y allí, delante nuestro, aparecían grupos de jóvenes vestidos diferentes, maquillados. No sabíamos de donde salían pero nos gustaba. Teníamos la sensación de vivir algo diferente".
En 1978, Enrique, conoció a los hermanos Auserón. Poco después, haciendo la mili en Zaragoza, fallece su padre y vuelve a Madrid. Allí, en Quintana, comienza a ensayar con el germen de lo que fue Radio Futura, el grupo con el que estuvo hasta que se disolvieron en 1992.
El resto, forma parte de la historia, suficientemente escrita historia del rock español. En 1995 edita su primer cd en solitario, Mentiras, grabado en Londres con músicos británicos como Danny Cummings, percusionista de Dire Straits. Como Enrique Sierra y los Ventiladores recorre distintos garitos por toda España.
"La mentira me atrae mucho más que la verdad. Todo tipo de mentiras. La mentira para mí es la ficción, la ilusión... También mentir a los demás. Hay mentira traicionera, mentira por amor, automentira. Mentiras por miedo. Poder escribir un libro. Inventarse una historia, una vida."
La canción que remata este pequeño apunte se grabó, en directo, en Valencia. Es un cover de un clásico: Sitting on the dock of the Bay, popularizada por Ottis Redding en los 50. Una buena razón para no elegir entre la obra de Radio Futura.
Enrique Sierra (1957-2012).
0 comentarios:
Publicar un comentario